El evento fue observado por primera vez a través del Observatorio Chandra de rayos X, de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), en octubre de 2014 en una región del espacio conocida como CDF-S (Chandra Deep Field-South, en inglés).
Según los datos obtenidos a través del llamado Espectrómetro Avanzado de Imágenes CCD, la fuente aumentó mil veces la intensidad de su brillo, pero se desvaneció después de un día de exploración.
Los expertos, procedentes también de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y la NASA, expresaron en el trabajo divulgado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society que esas misteriosas explosiones pueden ser provocadas por un colapso de un cuerpo espacial masivo.
Asimismo, añadieron, por una fusión de una estrella de neutrones con otro cuerpo celeste de este tipo, así como la absorción de una enana blanca por un agujero negro.
Al decir de astrofísicos estadounidenses, se puede hablar de una novedosa modalidad de cataclismo, pero se necesitan más observaciones científicas para determinarlo.
Londres, 1 abril 2017
Crónica Digital /PL