Según el reporte, el mecanismo que provoca esa contracción en los animales con branquias está relacionado con la temperatura del agua y el oxígeno.
El autor principal, Daniel Pauly, explicó que las especies con branquias son ectotérmicas, o sea, que su temperatura corporal depende de la ambiental y si los océanos se calientan, los cuerpos de esos animales lo harán también y se modificarán para soportar el cambio.
Según el experto, los peces no pueden tomar más oxígeno si la temperatura de los mares se eleva, pues el agua caliente retiene menos ese gas que la fría, y porque sus branquias crecen a un ritmo más lento que el resto de su cuerpo.
Las branquias, para trabajar, deben funcionar como una superficie bidimensional -ancho por altura- y en el calor no pueden crecer tan rápido como el volumen tridimensional de oxígeno que deben suministrar.
Entonces, para mantener la proporición de esa parte con el resto del cuerpo, el animal simplemente va creciendo menos para poder vivir con las pocas cantidades de oxígeno de mares más calientes.
Ottawua, 24 de agosto 2017
Crónica Digital /PL