Una tormenta magnética afecta desde hoy la Tierra, la cual podría provocar fallos en los dispositivos electrónicos de navegación o telecomunicaciones.
Provocada por el viento procedente del Sol, no tendrá efectos en el clima, según especialistas.
Una tormenta magnética es ocasionada por la reacción de nuestro planeta a las erupciones del Sol, que nos llegan en forma de viento solar. Nuesto astro expulsa miles de millones de partículas, que son capaces de alcanzar la Tierra al cabo de pocos días.
El evento, de magnitud cuatro en una escala de 10, se extenderá hasta mañana. Asimismo, el campo magnético terrestre podría sufrir alteraciones desde el 12 y hasta el 15 de este mes.
Los astrónomos alertan a personas más sensibles a estas manifestaciones meteorológicas pues puede ocasionar molestias físicas, desde dolores de cabeza hasta nerviosismo, irritabilidad, agotamiento o ansiedad.
Washington, 13 octubre 2017
Crónica Digital /PL
Sáb Oct 14 , 2017
Con mucha razón y responsabilidad, líderes del progresismo han planteado la necesidad de que los partidos de la Nueva Mayoría ( Socialista, Radical, Comunista, PPD , Demócrata Cristiano, Izquierda Ciudadana, Movimiento Amplio Social) busquen el camino de un compromiso para unir sus esfuerzos y voluntades para obtener en una eventual segunda vuelta electoral presidencial un acuerdo político que permita mantener el proceso de profundización democrática y de reformas del actual gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. Es la hora de comprometerse con la unidad de las fuerzas del progreso, de las reformas que Chile necesita, y del fortalecimiento de la democracia y el progreso. Se trata de consolidar la voluntad de cambios que representan el apoyo electoral ciudadano a los programas, esperanzas y perspectivas expresado en la primera vuelta electoral, del 19 de noviembre, a los candidatos de la centro izquierda, los que mas allá de diferencias que expresan su idearios políticos particulares, coinciden en lo esencial: la defensa de la democracia, el apoyo al progreso social, su compromiso con los derechos humanos, y su rechazo a las diversas versiones de autocracia e incluso nostalgia por la dictadura de Pinochet, y el retroceso histórico que se expresa en la derecha alineada tras el empresario, Sebastián Piñera. La sociedad chilena se verá enfrentada, de manera más que definitoria, al dilema de pronunciarse entre las fuerzas del progreso social y los que buscan volver atrás la historia, y demoler lo construído en materias de educación, salud, previsión, igualdad de derechos sociales y económicos, libertad, regionalización, dignidad, salarios dignos y progreso social y cultural. Tras Piñera están los que sueñan con una sociedad sometida a un orden del terror, a la fuerza de las balas, o de los martillazos sobre la cabeza, a los que hacen valer en sus programas y en su práctica, la fuerza del poder, la corrupción o imponer la lógica brutal del lucro, a los que consideran la educación y la salud, la previsión social, como mercaderías sujetas al libre mercado, un mero “bien de consumo”. Son los mismo que claman por una solución militar, una “pacificación de la Araucanía. Versión siglo 21”, frente a las demandas de los mapuches, y que no vacilarían en utilizar la fuerza de las armas para impedir, someter, las demandas de los jóvenes, trabajadores, los intelectuales, los profesionales o a quienes expresen sus reivindicaciones en la calle. Sin duda Piñera y las fuerzas que lo secundan o manipulan -es lo mismo- son un riesgo para el país, la democracia y los derechos, las aspiraciones y demandas de los chilenos. Y por ello se impone la unidad más amplia y decidida de los ciudadanos para oponerse a esos designios. Ello explica y justifica totalmente, como lo señaló el presidente del Partido por la Democracia, Gonzalo Navarrete, que independiente de la competencia que se desarrolla hasta el 19 de noviembre- se adelante por parte de centenares de diputados y dirigentes progresistas, incluyendo democratacristianos, radicales, socialistas, comunistas, y de otras fuerzas, un compromiso de apoyo para […]