A los habituales sistema de localización, se suman los de lucha radioelectrónica, capaces de evitar o bloquear ataques con armas de alta precisión como bombas con guía laser u otros armamentos, explicó el funcionario de KRET.
Los aparatos pueden causar interferencia en las señales de alta frecuencia, por lo general empleadas por los drones u otras armas sofisticadas, afirmó Mijeev.
De esa forma, en Siria se completa el sistema habitual de defensa antiaérea que incluye aparatos de radiolocalización, de exploración radioelectrónica, de fuego coheteril reactivo, de cobertura para la aviación y de lucha radioelectrónica, explicó.
Ello está relacionado con el anuncio de Israel sobre sus intenciones de continuar con los ataques contra Siria, bajo el argumento de mermar la creación de instalaciones de Irán en esa nación en conflicto que, según Tel Aviv, amenaza su seguridad.
Al menos cuatro cazas F-16 de la fuerza aérea sionista atacaron el pasado día 17 a la provincia siria de Latakia, donde se encuentra una base aérea rusa que acoge a los aviones de este país, involucrados en la guerra contra grupos terroristas.
Como parte de una maniobra evasiva, los cazas israelíes utilizaron a un avión ruso de radiolocalización IL-20 como parapeto para evitar el fuego de la artillería siria, lo que llevó al derribo de esa nave aérea por un sistema S-200.
Moscú culpó en todo momento a Tel Aviv de ser responsable de la caída del IL-20. Tras el incidente, Rusia anunció el envío a Siria de complejos antiaéreos S-300 para reforzar la defensa de la nación levantina.
Tel Aviv negó su responsabilidad en el hecho y afirmó que continuaría con sus incursiones en el espacio soberano sirio, pese a la medida avanzada por Moscú.
Moscú, 29 de septiembre 2018
Crónica Digital