Solo la semana pasada, la OCHA contabilizó 19 mil 500 personas que huyeron de su casa a causa de la guerra, sobre todo a causa de los enfrentamientos en la provincia central de Gazni.
Además de los desplazados por la guerra, otros 200 mil afganos abandonaron sus hogares debido a la grave sequía en el oeste del país.
El informe revela, además, que grupos armados exigen un pago de impuestos ilegales a organizaciones humanitarias lo cual viola los principios humanitarios y causan retrasos en operaciones parea salvar vidas.
Señala también que durante la semana pasada, unas 270 mil 951 personas afectadas por el conflicto armado y desastres naturales, incluida la sequía, recibieron asistencia humanitaria.
La ayuda incluye dinero en efectivo, alimentos, kits de higiene personal para familias y mujeres, artículos para el hogar,provisión de acceso sostenido a agua potable segura.
Los afganos sufren las consecuencias de una larga guerra, acentuada desde 2001 cuando Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte invadieron el país en una supuesta cruzada contra el terrorismo.
Ese conflicto armado suma miles de muertos y lesionados, incluidos civiles, extranjeros, fuerzas militares y policiales locales, e insurgentes.
Hoy tiene lugar la conferencia ministerial de Ginebra sobre Afganistán, cita considerada una oportunidad para evaluar el progreso de las reformas acordadas en la Conferencia de Bruselas en 2016 y establecer una agenda de futuro para paz, estabilidad y desarrollo sostenible.
Kabul, 27 noviembre 2018
Crónica Digital /PL