El mandatario belarruso prometió responder a las sanciones promovidas por Letonia, Lituania y Estonia, incluida las aplicadas contra 30 personalidades de este país, entre ellas el propio Lukashenko.
Para el jefe de Estado reelecto, las naciones exsoviéticas con costas en el mar Báltico actuaron por órdenes de potencias occidentales más poderosas.
Lukashenko admitió la posibilidad de aplicar como medida de respuesta la suspensión temporal del paso de mercancías europeas por el territorio de las provincias de Grodno y Brest, fronterizas con Polonia y Lituania.
Además, el presidente belarruso orientó un cambio del flujo de mercancías a este país, para trasladarlo de los puertos lituanos a los rusos, en la misma cuenca.
Lituania primero y luego Letonia y Estonia decidieron esta jornada prohibir la compra de electricidad proveniente de la red energética belarrusa.
Analistas consideran que la futura puesta en acción de una nueva planta nuclear en este país puede cambiar el mercado energético regional.
Desde Moscú, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, consideró que las más recientes acciones de Vilna están fuera de todo límite de lo permitido políticamente.
Al reunirse con estudiantes del Instituto Estatal Moscovita de Relaciones Internacionales, Lavrov opinó que Lituania trabaja con la excandidata presidencial Svetlana Tijanovskaya con métodos poco democráticos y con escaso respeto a la soberanía belarrrusa.
El intento de Occidente de situarse como juez para dictar sentencias, que además busca imponer con sanciones y amenazas, es una práctica inaceptable en el mundo actual, sobre todo, cuando se busca involucrar en ello a otros miembros de la Unión Europea, afirmó.
Minsk, 1 septiembre 2020
Crónica Digital/PL