Por Carlos Casanueva*
Esta semana hemos visto como nuevamente el conflicto entre Marruecos y el Sahara Occidental, ha tomado la atención mediática, debido al cese del Alto al fuego, acordado hace 30 años, entre estas dos naciones.
La detención temporal de la guerra durante estas tres décadas, no ha significado sin embargo el cese de la violencia y la represión marroquí en contra de quienes exigen no solo su independencia, autonomía y autodeterminación, sino el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas por parte de Marruecos.
Desde hacía semanas, se estaban llevando a cabo protestas por parte de sociedad civil saharaui, en la zona conocida como El Guerguerat, en la cual se encuentra abierta por la ocupación marroquí, una brecha ilegal donde a diario pasan miles de vehículos y se transportan mercancías legales e ilegales, desde Marruecos al resto de África.
Frente a estas protestas, el día 13 de Noviembre, las fuerza militares de ocupación marroquíes traspasaron la frontera en el puesto fronterizo , para atacar la manifestación pacífica de civiles saharaui en su propio territorio. Es esta represión violenta, la que genero la legítima respuesta del Frente Polisario para defender a su población, en una acción de legítima defensa , produciéndose un enfrentamiento en la zona, tras los graves hechos de agresión marroquí, que suman al atropello constante y permanente de las fuerzas de ocupación del régimen pro imperialista de Mohamed VI de Marruecos.
Ante esta constante agresión, el ataque marroquí de El Guergerat, ha sido la gota que ha rebasado la paciencia del pueblo saharaui y ante ello el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) , comandante en jefe del Ejército de Liberación Popular Saharaui y Secretario general del Frente Polisario, Bahim Ghali, decretó el fin de la tregua firmada en 1991 , ordenando el estado de guerra en todo el territorio y el toque de queda. Las Fuerzas armadas saharauis, asumirían el control de la seguridad del país, en los territorios recuperados y campamentos de refugiados, en sur de Argelia en Tinduf.
Algunos antecedentes históricos.
La larga lucha del pueblo de desierto del Sahara occidental por su autodeterminación en el último periodo se remonta a la lucha contra la ocupación española del Movimiento de Liberación del Sahara Occidental desde fines de la década del 60 , lucha anti colonialista contra ocupación española y la legión de Franco, con una gran acción militar de carácter insurreccional en 1970, en el Aiún en donde matan y hacen desaparecer a muchos líderes saharaui, entre ellos a Mohamed Brahim líder del Movimiento de Liberación.
El 10 de Mayo de 1973, se funda el Frente Polisario con el objetivo de salvaguardar la independencia nacional, la integridad territorial y el ejercicio de la autodeterminación.
En 1975, se produce la retirada de las fuerza colonialistas del estado Español y el acuerdo tripartito de Madrid, donde Mauritania por el sur y Marruecos por el norte, se reparten el territorio. Dicho acuerdo no fue reconocido por la ONU.
Marruecos, con el apoyo político y militar de EEUU y el silencio cómplice de la mayoría de los países occidentales, logra hacer retroceder al Frente Polisario, actuando con violencia y salvajismo.
Cabe destacar que entre los ataques a la población saharaui, se produjo el bombardeo con fosforo blanco, representando varios miles de muertos entre la población civil, lo cual constituye un acto de genocidio.
Miles de saharauis, se instalaron en un campamento de refugiados al sur de Argelia en Tinduf desde 1975 , donde actualmente habitan 250.000 personas.
En Agosto de 1980, el régimen de Hasan II de Marruecos, comenzará la construcción de un muro (el muro de la vergüenza) de más de 2730 kilómetros en el desierto, permitiéndole apoderarse de toda la franja costera, donde están las riquezas minerales y pesqueras del Sahara occidental.
En este sentido, si bien la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) por su héroe Nacional, el Uali Mustafa Sayed, el 27 de febrero de 1976, cuando el último soldado de la España colonial abandonaba los territorios del Sahara Occidental, marcó un hito histórico en la épica gesta, no logró poner fin al oprobioso sistema colonial, que tuvo su continuidad en la monarquía marroquí.
De colonia española, el Sahara Occidental se convirtió en colonia de Marruecos, que con cientos de miles de soldados y civiles invadió, en diciembre de 1975, el territorio ocupado por sus más antiguos y genuinos habitantes: los saharauis, los denominados hijos de las nubes.
Durante 16 años, desafiando el poderío militar marroquí, los combatientes del Frente por la Liberación de Saguia El Hamra y Río de Oro (Polisario) sostuvo una heroica guerra contra el invasor que culminó el 6 de septiembre en 1991, con el cese el fuego aprobado por las partes beligerantes. El programa de paz había sido auspiciado por Naciones Unidas y establece cuatro puntos fundamentales:
- El inicio de negociaciones directas entre la partes.
- La cesación del fuego.
- La celebración de un referéndum pacífico y justo en torno a la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental, bajo los auspicios de la Organización para la Unidad Africana (OUA) y la ONU.
- El establecimiento de una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU, conjuntamente con la OUA
Sin embargo, el trabajo de la Misión de Naciones Unidas para la ejecución del referéndum en el Sahara Occidental, ha sido permanentemente obstaculizado por la intransigencia de la monarquía marroquí en las negociaciones, negando la posibilidad que la población saharaui pueda ejercer el derecho a decidir democráticamente su destino.
Es necesario señalar que la RASD es miembro pleno de la Unión Africana, que cuenta con el reconocimiento de más de 80 Estados,-Entre ellos Venezuela desde el año 1982,- y la solidaridad de otros muchos pueblos en el mundo.
Durante los últimos 40 años, ha transitado un camino arduo, doloroso y difícil, caracterizado por la incapacidad de la ONU de hacer valer sus propias resoluciones, los cruentos años de guerra, los miles de ciudadanos detenidos, desaparecidos, los asesinatos, torturas, juicios sumarios y demás violaciones de los derechos humanos perpetrados por el ejército y la policía marroquí en zonas ocupadas.
La consigna del pueblo Saharaui: TODA LA PATRIA O EL MARTIRIO! Aún no ha sido alcanzada por tanto la lucha por su autodeterminación, soberanía e independencia siguen siendo sus banderas de ayer, hoy y mañana hasta lograr la victoria final.
*Profesor. Internacionalista del Sistema de Formación Caracas Insurgente y miembro de la Comisión internacional de Pueblos hermanos (CIPH).
Crónica Digital
Santiago de Chile 16 de noviembre 2020