‘La violencia y el terrorismo forman parte del plan con el que pretenden desestabilizar nuestra sociedad. Se pone de manifiesto la catadura moral de los mercenarios y sus financistas’, escribió.
Un reciente reporte televisivo presentó evidencias fílmicas de la incitación a actos de sabotaje y subversión en la isla desde territorio estadounidense a cambio de dinero y promesas de emigrar.
El material mostró las confesiones de varios ciudadanos cubanos, con instrucciones y recursos monetarios de personas y organizaciones radicadas en el sur de la Florida, para provocar incendios en instalaciones comerciales y de servicios de La Habana.
Los actos incluían otros objetivos como vehículos, consultas médicas, centros educacionales y locales de computación.
De acuerdo con el material, uno de los autores acopió información acerca del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que luego entregó a quienes lo contactaron. Esa información permitiría organizar más tarde ataques al SEN, al tiempo que se transmitirían noticias falsas, con el fin de crear descontento e irritación.
Entre los sabotajes que llegaron a concretarse destaca el descarrilamiento de un tren de carga, procedente de la terminal de contenedores de Mariel, enclave de una de las más importantes inversiones del país.
La investigación del hecho, ocurrido en mayo de 2019, permitió detener a los cuatro autores, quienes confirmaron la incitación, organización y financiamiento desde la Florida.
En este caso se involucraron los terroristas de origen cubano residentes allí, Yaser Izquierdo y Luis Mario Vela, con amplio historial delictivo.
Al tratarse de ciudadanos residentes en Estados Unidos, las autoridades cubanas alertaron al Gobierno de ese país sobre las acciones terroristas.
Sin embargo, denuncia el material, aparentan actuar de manera severa, pero en definitiva no asumen una conducta de enfrentamiento, sino de protección.
La Habana, 2 de diciembre 2020
Crónica Digital/PL
