Las fuerzas del orden público de Bolivia detuvieron a la dirigente del grupo paramilitar Resistencia Juvenil Cochala (RJC), Milena Soto, una de las promotoras del golpe de Estado ocurrido en 2019.
Soto deberá responder ante la justicia a las acusaciones de organización criminal, privación de libertad, lesiones graves y leves, delitos contra la salud pública, instigación pública a delinquir, impedir o estorbar el ejercicio de funciones y fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas.
De acuerdo con el canal Bolivia TV, en el momento del arresto la líder de RJC cumplía prisión domiciliaria en la ciudad de Cochabamba, acusada de los ataques a las oficinas de la Fiscalía General del Estado el año pasado.
Entonces pretendían revertir la victoria alcanzada en las urnas por el MAS (Movimiento al Socialismo) en primera vuelta con más del 55% de los votos válidos, y que representó el retorno a la democracia en el país con el Gobierno del actual Presidente Luis Arce.
La RJC es considerada una organización paramilitar al servicio de la derecha boliviana, protagonista de varios hechos de violencia en el contexto de la asonada de 2019 contra el entonces Presidente Evo Morales.
Su participación y complicidad con los promotores del golpe y los militares amotinados fue reconocida por las autoridades del gobierno de facto, que pidieron les fueran agradecidos sus servicios durante el conflicto que cobró la vida de decenas de bolivianos.
La Agencia Boliviana de Información recordó que la Defensoría del Pueblo y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunciaron las agresiones, ataques y abusos que cometió la RJC en el régimen de Jeanine Áñez.
La Paz, 5 de septiembre 2021.
Crónica Digital / Prensa Latina.