Los legisladores PS anunciaron que están estudiando una serie de acciones legales en contra de la secretaria de Estado, por la responsabilidad que le cabe en falta de locomoción pública el pasado domingo.
La Bancada PS anunció «diversas acciones legales», «no descartando la interpelación», contra la ministra de Transporte y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, por la responsabilidad en la ausencia de transporte público el domingo pasado, día en que se realizó la elección de la segunda vuelta presidencial.
El diputado Juan Luis Castro informó que «la Bancada PS está iniciando un estudio legal, para emprender las acciones en ese tenor, que delimite las responsabilidades de quien dice no saber, pero que permitió que existiera un boicot al transporte público el pasado domingo, por parte del empresariado de este rubro».
A juicio del legislador PS, «la acción de la ministra Gloria Hutt fue por acción o por omisión, a nuestro juicio, una acción concertada. Aquí se podrán lavar las manos muchas personas, pero en la práctica, la ministra Hutt tiene una responsabilidad y vamos a perseguir esa responsabilidad por los canales regulares».
«Eso implica que tanto la Contraloría, como las acciones penales o políticas, como la interpelación desde la Cámara de Diputados y Diputadas, están abiertas para buscar esa responsabilidad grave. Porque el triunfo de Boric fue a pesar de que se entorpeció el transporte público para que la gente fuera a votar. Eso no lo vamos a dejar pasar como Socialistas».
Por su parte, el diputado Ilabaca afirmó que «la ministra Hutt debe necesariamente entregar algún tipo de respuesta a los chilenos y chilenas, porque lo que ocurrió en Santiago, se repitió en muchas comunas del país.
Creo que lo que dijo la secretaria de Estado es absolutamente insuficiente. Estamos pidiendo que la Ministra Hutt asista a la próxima sesión de la Comisión de Transporte, de la Cámara, para exigirle explicaciones, respecto de un hecho bochornoso que enlodó el proceso histórico que vivió Chile el pasado domingo».
Santiago de Chile, 21 de diciembre 2021
Crónica Digital
Mar Dic 21 , 2021
Por Marcel Garcés Muñoz El abrumador triunfo dado por la ciudadanía a Gabriel Boric es la victoria de la esperanza, de un proceso de cambios que encuentra un camino histórico, de la movilización de la juventud, del pueblo chileno, de sus mujeres, de las minorías sexuales, de los pueblos originarios, de la fuerza de la calle, de la protesta y la movilización, de la rebeldía ante la injusticia del modelo, de las demandas sociales (salud, educación, trabajo digno), de la exigencia de defensa y respeto a los derechos humanos, y de una perspectiva de futuro hecha carne en una rebeldía colectiva, creadora, de una tradición de lucha democrática, de la creatividad cultural y de la maduración de las demandas más profundas de las masas. Es también la comprensión por la ciudadanía de la necesidad urgente de la unidad social y política de las fuerzas del cambio, de la renovación de los partidos y de la eclosión de nuevos liderazgos así como de la necesidad y oportunidad histórica de los cambios, la hora de hacer realidad los sueños y demandas que han madurado tras años de luchas populares, de combates sociales, de sacrificios y tanta sangre derramada a lo largo de la historia nacional. Es también la enseñanza de la rebeldía de las generaciones jóvenes, en combinación con la experiencia acumulada por quienes entregaron sus esfuerzos y hasta sacrificaron sus vidas, en batalla épicas de las masas populares, de los trabajadores y luchadores sociales, y que escribieron antes páginas de la historia de la lucha social, por la democracia, generando experiencia, organización, tradición y sueños de futuro. El abrumador triunfo de Boric, es por otro lado, la derrota de quienes pretendieron utilizar el miedo, el terrorismo, la calumnia, la vileza, el oscurantismo como armas de una versión criolla de la “Guerra Fría”, buscando imponer la falacia de una falsa disyuntiva entre, “democracia, libertad y comunismo”, para disfrazar sus oscuros intereses y propósitos de falsear la objetiva, real y presente realidad de un modelo fracasado en lo político, económico, social y cultural. Así se escribió una nueva página en la historia del país y es de esperar que ello signifique un nuevo ciclo político y social. Se trata de un nuevo inicio, y habrá que transitar la celebración multitudinaria nacional, el triunfo electoral y político y social, – que justamente desató la alegría, la esperanza, los sueños colectivos de cambio- e instalar el camino de la construcción de esa esperanza, la materialización responsable de las demandas populares. Aquí habrá que mantener firme el pulso, generar una amplia y responsable alianza político social, que protagonice los próximos pasos, y le dé conducción estratégica al proceso que se inicia que el pueblo ha propuesto en sus luchas y ganado en los procesos político y electorales. Un rol central en este esfuerzo será la organización, la acción, el acompañamiento del pueblo organizado, quizás una forma o expresión nueva, colectiva, de la voluntad popular, al que deberá entregarse un rol social determinante. Desde luego, ya han aparecido algunos “bien intencionados”, como el propio presidente en ejercicio, Sebastián Piñera, […]