Señala el también directivo de la filial de Petróleo de Venezuela en Estados Unidos, Citgo, que ‘los objetivos de la oposición apátrida y sus aliados externos siguen siendo los mismos de siempre: primero, fomentar la matriz de la necesidad de una intervención extranjera en el país; y segundo, intentar la desmoralización de nuestro pueblo’.
Señaló que luego de las contundentes victorias electorales y políticas de 2017, con las que las fuerzas revolucionarias lograron derrotar la violencia fascista, se inició ‘una peligrosa arremetida en el ámbito financiero y económico tras la que se esconde un grotesco plan genocida’.
Grupos económicos transnacionales buscan asfixiar al Estado venezolano y anularlo, denunció y, aseguró, que lo que se ve ‘no es un ataque contra un Gobierno, sino contra toda una población’.
Pese a toda la agresión, subrayó Chávez, Venezuela es el país en el mundo que destina más del 70 por ciento del presupuesto nacional a la inversión social, en una coyuntura en la que el neoliberalismo obliga a los gobiernos a cancelar sus programas sociales y a eliminar derechos como el del trabajo, la salud, la educación, las pensiones dignas.
Los serios y graves desajustes que hoy padecemos en el área económica y que están afectando dolorosamente al pueblo venezolano, son producto de toda una conspiración financiera internacional no solo para derrocar la Revolución Bolivariana, sino para atentar contra nuestra soberanía y nuestra independencia, puntualizó el funcionario.
Denunció la total coincidencia de las acciones de la extrema derecha y de la Asamblea Nacional en desacato, con las acciones que impulsa el gobierno norteamericano.
Agregó que mientras las delegaciones del Gobierno Bolivariano y la oposición se reunían en República Dominicana, el subsecretario de Estado para América Latina, Thomas Shannon, amenazaba con más sanciones financieras a Venezuela en conjunto con la Unión Europea, y, para seguir el guión, subrayó, la ultraderecha llama nuevamente a la violencia.
Caracas, 15 de enero 2018
Crónica Digital /PL
La pérdida del poder político ha enceguecido a la oligarquía venezolana y a las transnacionales. Ello no le permite reconocer que el Proceso Bolivariano llegó para quedarse. Que los marginados e invisibilizados de ayer; hoy ejercen el Poder para sus intereses, para redistribuir el ingreso, para vivir con dignidad, para vivir viviendo.
La oligarquía venezolana y las transnacionales no aceptan que son minoría. No aceptan que los pueblos tomen caminos alternativos al sistema insustentable de explotación, de egoísmo e individualismo.
Por ello, la oligarquía venezolana y las transnacionales, apelando a todo su poder económico, médiatico, estructural e institucional ha estigmatizado -en base a mentiras y desinformación- al Proceso Bolivariano. Chile, a la luz del problema de desinformación que sufrió de parte del Banco Mundial, entenderá hoy lo que es capaz la oligarquía, la institucionalidad financiera mundial; cuando sus intereses son levemente amenazados.
El pueblo venezolano ha sido sometido a una inhumana y salvaje «guerra económica y bloqueo financiero»
a una violencia extrema, a crímenes de odio, a las guarimbas. Ello, sin embargo, no ha sido capaz de doblegarlo. Resiste con gran coraje y dignidad