El juego, realizado en colaboración con la organización holandesa DROG, forma parte de una iniciativa educativa que apuesta por ‘vacunar a la población’ contra la tergiversación mediática.
Esta herramienta se basa en la teoría de la inoculación, la cual sugiere que la exposición se reduzca y se desmitifique de un argumento que facilite que se refute con afirmaciones mucho más persuasivas ‘, explicó el académico Sander van der Linden, de Cambridge.
El experto considera que el lugar de alguien que está intentando obtener el reconocimiento de sus técnicas y creará un tipo de ‘anticuerpos mentales’.
Dicha propuesta sigue los pasos de un proyecto piloto desarrollado en Holanda, con el cual se corroboró que ese tipo de aplicaciones beneficia a todas las personas expuestas a la desinformación, ya sea voluntariamente o no, explicó el fundador de DROG, Ruurd Oosterwoud.
Según el sitio web del juego, completar una sesión para tomar diez minutos, el jugador tiene la oportunidad de interactuar con un robot que le asiste para convertirse en un magnate de las noticias falsas.
El objetivo del personaje es aumentar el número de seguidores en el texto escandalosos, usar Twitterbots (programas informáticos que tuitean, retuitean o dan a seguir a otros usuarios) o promulgar teorías de conspiración.
A la vez, el usuario debe mantener un nivel de credibilidad que no levante excesivas sospechas.
Según los creadores del juego, la marca de las emociones o la suplantación de identidad para ganar seguidores.
Londres, 20 febrero 2018
Crónica Digital /PL