El primer estudio, a cargo del Instituto de Virulogía de Wuhan, se basó en el análisis de muestras tomadas a siete personas con neumonía severa, seis de las cuales trabajaban en la feria de Huanan, en Wuhan.
Los expertos descubrieron que alrededor del 70 por ciento de las muestras eran casi idénticas entre sí y su secuencia genética era un 79,5 por ciento similar a la del SARS, y que el código genético del 2019-nCoV es casi idéntico a otros coronavirus encontrados en murciélagos.
La segunda investigación, realizada por la Universidad Fudan y el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades, analizó las muestras de virus obtenidas de un paciente de 41 años, quien presentó síntomas de enfermedad respiratoria y fiebre y que también trabajaba en la feria de Wuhan.
Los especialistas hallaron que el virus era un 98 por ciento similar a un grupo de coronavirus llamados betacoronavirus, encontrados previamente en murciélagos chinos.
Las similitudes entre el virus del SARS y el coronavirus de Wuhan llevan a los científicos a creer que los tratamientos para el primero potencialmente también podrían funcionar para el segundo. Sin embargo, la teoría aún debe confirmarse; por ahora, es solamente una hipótesis.
Desde que saltó la alarma en China, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sospechaba que la fuente principal del 2019-nCoV fueran los murciélagos por la variedad de recetas culinarias que tienen a esos mamíferos voladores como ingrediente principal.
Además a esta especie animal le han atribuido poderes curativos para el tratamiento de la impotencia masculina, la artritis o la gota, lo cual lo hace muy codiciado en el mercado.
Al valorar la rápida transmisión del coronavirus, las autoridades sanitarias internacionales recomiendan acudir de inmediato al médico ante síntomas como Fiebre, dolor de garganta, tos, falta de aliento, dificultad para respirar, problemas gástricos y diarrea.
Igualmente consideran importante tomar medidas preventivas como intensificar la higiene, cubrirse la nariz y boca con pañuelos desechables para estornudar o toser y evitar aglomeraciones.
Londres, 4 de febrero 2020
Crónica Digital/PL