Para Rodrigo Martin, académico de la Usach y experto en transporte urbano, este proyecto trae varios beneficios, siendo la plusvalía uno de ellos. Sin embargo, pidió una gestión mixta.
La Línea 7 del Metro de Santiago ya es una realidad, esto, luego que la Comisión de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) aprobara el proyecto. Serán 19 estaciones y 26 kilómetros de trazado entre Renca y Vitacura, cuya inauguración se espera para 2027.
El académico de la Universidad de Santiago y experto en transporte urbano, Rodrigo Martin, sostuvo que se trata de un gran proyecto. “Es tremendamente significativo porque tiene un paralelismo con la Línea 1, en sectores más críticos. Deberíamos tener un desahogo en algunos puntos, aunque no creo en las dos cabezas de la Línea 1 porque son servicios independientes (como Los Dominicos y Las Rejas). Pero la gracia es que la Línea 6 va a tener conexión hacia la 7 sin pasar por la 1”, apuntó.
Por su parte, dijo que Renca crecerá mucho con la llegada del metro. “Va a generar un cambio de valor en el suelo de esa comuna, que es una de las que tiene más suelo disponible cercano al centro de Santiago y una densificación muy alta. Es probable que veamos pronto un gran desarrollo en Renca. Tiene una capacidad tremenda de crecer, es una comuna con mucho potencial y esto es un empuje muy grande».
De todas formas, sostuvo que es importante mirar este desarrollo con cuidado, entendiendo que al ser una infraestructura pública y con recursos estatales, hay que buscar fórmulas para evitar que los accesos a viviendas no sigan subiendo de precio. “Debe existir una gestión mixta, donde el gobierno capture plusvalía de esta nueva línea para generar proyectos y acceso a vivienda digna”, cerró el arquitecto.
Santiago de Chile, 16 de julio 2021
Crónica Digital
