‘El INDH condena la destrucción de este espacio que representa una medida de reparación para las víctimas de la dictadura’ señaló Sebastián Smart, jefe regional del Instituto.
Ubicado sobre el puente Estancilla en la ruta que une a Valdivia con la localidad costera de Niebla, el memorial fue levantado en 1984 en recordación de Rogelio Tapia de La Puente, Raúl Barrientos Matamala y Juan Boncompte Andreu.
Los tres fueron ejecutados en 1984 por agentes de la dictadura durante la llamada ‘Operación Alfa Carbón’, que también cobró la vida de otras cuatro personas en ciudades del sur de Chile.
Entre otros destrozos al monumento además fue borrada una placa recordatoria con los nombres de las víctimas, y rayadas las aletas laterales del memorial sobre las que se erguía la palabra ‘justicia’.
El INDH consideró un imperativo ético reprochar este tipo de acciones y propiciar la protección de estos espacios.
En su Informe Anual 2018 recomendó introducir un proyecto de reforma a la Ley de Monumentos Nacionales, que incorpore la figura de sitio de memoria para optimizar los procesos tendientes a garantizar la preservación de estos lugares como espacios de educación y garantía de que no se repitan las violaciones de los derechos humanos en el país.
En los últimos meses se han producido cada vez con más frecuencia actos de vandalismo contra monumentos en homenaje a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), realizados por grupos de extrema derecha.
También fueron vandalizados en el Cementerio general de esta capital, los sepulcros de la destacada luchadora comunista Gladys Marín, y del icónico cantautor Víctor Jara, hechos que generaron una fuerte condena en medios políticos y sociales.
Santiago de Chile, 17 de febrero 2020
Crónica Digital/PL