Entre el 11 de marzo de 2014 y junio de 2016, el Ministerio de Bienes Nacionales, entonces bajo nuestra conducción, puso a disposición de las comunidades indígenas un total de 207 inmuebles, lo que representa un total de 49.100,7283 hectáreas.
La cifra es equivalente a la casi totalidad de hectáreas que la CONADI entregó durante sus primeros 17 años de existencia.
El dato puede resultar sorprendente para no pocas personas, considerando la persistente invisibilización de esa tarea por parte de los medios de comunicación. Sin embargo, es una realidad contundente, que muestra que la conquista de los derechos sociales y territoriales de los pueblos indígenas es posible y que lo fundamental para su realización pasa por la voluntad política del Gobierno.
Es necesario enfatizarlo cuando se conmemora el Día Nacional de los Pueblos Indígenas, luego de un largo período en que las noticias sobre los pueblos originarios han estado casi por completo circunscritas a la criminalización de las demandas indígenas, particularmente del pueblo mapuche, reduciéndolas a un problema de orden público. Nuestra convicción, hoy como ayer, es la necesidad de construir una nueva relación del Estado de Chile con los pueblos indígenas.
A continuación, algunos ejemplos de iniciativas relevantes que fueron emprendidas desde Bienes Nacionales durante el período indicado.
En pleno corazón del Valle de Azapa, seis asociaciones indígenas aymarás de la Región de Arica y Parinacota recibieron inmuebles fiscales para sedes sociales y culturales, una plaza, canchas deportivas, acopio agrícola, espacios ceremoniales y religiosos, centros turísticos de artesanía y producción de plantas medicinales.
En la localidad altiplánica de Bajo Soga, en la Región de Tarapacá, fueron entregadas 105 hectáreas a la Asociación Indígena Aymara de Camiña para el desarrollo de un proyecto productivo de quinua en plena Pampa del Tamarugal.
En la localidad de Tirúa, en el corazón de la Provincia de Arauco, fueron entregadas cuatro hectáreas y media de territorio a la Comunidad Mapuche Lorenzo Quintrileo de Quidico, a través de una transferencia gratuita de Bienes Nacionales a la CONADI, para materializar a su vez la entrega definitiva a esta comunidad mapuche lafquenche.
A los pies del imponente Pucará de Lasana, se cumplió con una demanda histórica de los pueblos originarios de Toconce, ChiuChiu y Lasana luego de entregar cinco transferencias gratuitas de terrenos en la Provincia de El Loa, Región de Antofagasta.
De especial significación fue la entrega de una concesión gratuita a largo plazo para las comunidades atacameñas de Toconce y Caspana de los Geysers del Tatio, inmueble de mil 533 hectáreas, permitiendo que unas 140 familias indígenas se hicieran cargo de la gestión y administración de uno de los puntos turísticos más visitados por viajeros nacionales y del extranjero.
Bienes Nacionales entregó en forma gratuita 2.287,77 hectáreas de terrenos fiscales para las comunidades mapuche–huilliches Quilipulli y Catricura Leuketro, que se emplazan en la comuna de Chonchi en la Provincia de Chiloé, para el desarrollo de proyectos turísticos y actividades productivas relacionadas con la madera, garantizando la conservación de los bosques.
A ello se sumó la regularización de la pequeña propiedad raíz y el otorgamiento de títulos gratuitos, beneficiando a miles de personas, familias, comunidades y organizaciones de los pueblos mapuche, atacameño, aymará, quechua, diaguita, kawesqar y mapuche.
El proceso de regularización con el pueblo mapuche también consideró sitios de carácter sociocultural, como patrimonio de las comunidades, entre los cuales se cuentan canchas de palin (paliwe), cementerios indígenas (eltuwe) y lugares de ceremonias (gillatuwe). Fue el caso del cementerio de la comunidad indígena Juan Saravia en Perquenco, que en menos de un año fue regularizado por Bienes Nacionales.
Considerando solo la Región de La Araucanía, como resultado del proceso orientado a la regularización de la pequeña propiedad raíz, entre los años 2014 y 2016 ingresaron al Conservador de Bienes Raíces más de 5.000 títulos de dominio, los que en cerca de un 50 por ciento correspondían a familias mapuche.
Conforme a nuestra planificación, a las alturas de 2018 debiera haber estado concluido un proceso de levantamiento y actualización de la información de la propiedad fiscal asociada a los pueblos indígenas en las 15 regiones del país, lo que hubiera permitido dar un enorme salto adelante en materia de restitución territorial.
El país tomó otro rumbo a finales de 2017. Sin embargo, la experiencia descrita muestra en forma contundente que es posible un nuevo destino para los pueblos indígenas, en el marco de la construcción de un Nuevo Chile.
Por Víctor Osorio. El autor fue Ministro de Bienes Nacionales en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet.
Santiago, 24 de junio 2020.
Crónica Digital.