¿Qué sucederá con el proceso electoral tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio? Esta es la interrogante que preocupa a todos hoy en Ecuador.
Este jueves, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, aseguró que los comicios presidenciales y legislativos se mantienen el 20 de agosto próximo y, ante los más recientes acontecimientos, reforzarán la seguridad.
Sin embargo, muchos analistas consideran que las votaciones pudieran posponerse hasta que se logre garantizar un nivel mínimo de seguridad en el país.
En este sentido, el experto electoral Fausto Camacho, en declaraciones a la emisora Radio Pichincha, manifestó que está en manos del Consejo de Seguridad del Estado la decisión de continuar o no con el proceso electoral en las fechas establecidas.
No obstante, el Código de la Democracia en el país andino, en su artículo 112, establece que si un candidato o candidata fallece o se encuentra en situación inhabilidad física, mental o legal comprobada, la organización política o alianza que auspicie esa candidatura podrá reemplazar con otro candidato de la misma organización política o alianza.
El asesinato de Villavicencio tuvo lugar a menos de dos semanas de los comicios por lo que, según la normativa, no se pueden modificar las papeletas que ya estaban impresas.
Por tanto, el CNE detalló que el Movimiento Construye, al que `pertenecía la víctima, deberá ahora designar a un nuevo candidato en reemplazo de Villavicencio y serán utilizadas las boletas impresas, computándose para el nuevo aspirante los votos emitidos para el inscrito anteriormente.
Es decir, la fotografía y nombre de Villavicencio permanecerá en la papeleta.
Tras el asesinato, el Presidente Guillermo Lasso insinuó que el crimen contra Villavicencio podría tratarse de un intento de sabotear los sufragios, anticipados por el Mandatario al aplicar en mayo pasado el mecanismo de muerte cruzada.
Para el Presidente ecuatoriano no es una coincidencia que este crimen político, de carácter terrorista, se diera a pocos días de la primera vuelta presidencial y agradeció las muestras de solidaridad nacionales e internacionales.
En vídeos que circulan en redes sociales algunos llegan a culpar al expresidente ecuatoriano Rafael Correa y sus aliados de lo ocurrido, aun sin existir prueba alguna de tal incriminación.
El asesinato busca deslegitimar una elección que la derecha tenía perdida, sentenció el economista y analista David Villamar en referencia al bien probable triunfo del movimiento Revolución Ciudadana (RC), vinculado a Correa.
Entre tanto, el experto en derecho constitucional Alberto Montenegro consideró que sólo un “descerebrado” podría pensar que detrás de lo ocurrido podría estar el correísmo. “¿Quién con 44 por ciento de intención de voto podría desacreditarse a sí mismo, sabiendo que habría ciertos descerebrados que pueden ‘responsabilizarlos’?´”, se preguntó.
Las encuestas daban a Villavicencio entre el cuarto y el quinto lugar entre ocho candidatos a la jefatura del Ejecutivo, mientras la carrera la lidera la aspirante del Movimiento RC, Luisa González.
El atentado que cobró la vida de Villavicencio tuvo lugar en la noche de este miércoles en el norte de la capital ecuatoriana cuando salía de un acto de campaña y al subirse a una camioneta que lo esperaba recibió varios impactos de bala en la cabeza.
Villavicencio, de 59 años, fue periodista y asambleísta, dirigió la Comisión de Fiscalización del Parlamento y, aunque lo negaba, fue muy cercano al Presidente Lasso.
Quito, 10 de agosto de 2023.
Crónica Digital / Prensa Latina.