En una operación de tres días iniciada el lunes, el gobierno francés evacuó a casi cinco mil 600 emigrantes sin documentación que se encontraban en la aglomeración de Calais y los transfirió a centros de acogida habilitados en cientos de ciudades del país.
Tras dar por terminada la misión el miércoles en la noche, la prefectura de Paso de Calais anunció ayer que se habilitarían algunos autobuses más para trasladar a algunas decenas de migrantes que continuaban en la zona. Sin embargo, organizaciones que laboran en el terreno alertaron esta mañana que alrededor de un centenar de foráneos continúan deambulando en Calais y durmieron a la intemperie en condiciones muy precarias.
El Acnur, que tiene representantes desplegados en el área para supervisar las operaciones del desmantelamiento, confirmó la presencia de jóvenes, incluidos algunos identificados como menores de edad.
De acuerdo con activistas, se trata de personas que no desean pedir asilo en Francia y persisten en su intención de llegar a Reino Unido, por lo que quieren permanecer en Calais a la espera de una oportunidad para cruzar el eurotúnel y llegar a suelo británico.
Por parte de las autoridades continúan las labores de demolición de los refugios improvisados y se instaló un dispositivo de seguridad encaminado a impedir que los foráneos vuelvan a instalarse en la zona.
Con el objetivo de desmantelar de forma definitiva el campo de Calais, donde se acumularon en los últimos meses miles de personas en condiciones muy precarias, el gobierno galo organizó la operación de evacuación a centros de acogida, la cual se desarrolló en calma y fue considerada un éxito por las autoridades.
París, 28 de octubre 2016