El secretario general se refirió a las guerras en curso en Siria, Yemen, Afganistán y la región africana del Sahel y a la necesidad de un compromiso local e internacional con el fin del sufrimiento de millones de seres humanos.
Particular mención realizó el diplomático a la crisis en Rakhine, Myanmar, con una exigencia a las autoridades a detener las operaciones militares contra la minoría musulmana Rohingya y a permitir el regreso de los refugiados y la asistencia humanitaria a las víctimas.
También demandó la materialización de la reclamada solución de los dos Estados para el conflicto palestino-israelí.
De acuerdo con Guterres, otra prioridad impostergable debe ser la construcción de un mundo libre de las armas nucleares, escenario en el cual -afirmó- los países poseedores tiene una responsabilidad que asumir.
Respecto al diferendo en la península coreana, condenó las pruebas nucleares de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y convocó a abrir espacios para la negociación como vía para desnuclearizar la región.
En su intervención ante representantes de las 193 naciones miembro de la ONU, el secretario general abordó la amenaza global del terrorismo, un flagelo que sigue cobrando vidas en muchas partes del mundo.
Debemos intensificar los esfuerzos internacionales para combatirlo, a partir de una mayor cooperación, por lo que el año próximo crearemos aquí una nueva alianza anti-terrorista, adelantó.
Guterres insistió además en el peligro representado por el cambio climático y a las millones de personas amenazadas por el fenómeno.
Vemos el aumento de las temperaturas, la elevación del nivel del mar y la realidad de que los desastres naturales se han cuadriplicado desde 1970, subrayó.
A propósito del tema, manifestó solidaridad con las víctimas en el Caribe y Estados Unidos afectadas por el reciente huracán Irma.
Naciones Unidas, 19 de septiembre 2017
Crónica Digital /PL