Un comunicado de la secretaría de Organización indica que el Congreso debe convertirse en «un poderoso movimiento latinoamericano caribeño antimperialista para enfrentar la política cada vez más agresiva que expresa el gobierno de (George W.) Bush».
La declaración firmada por el secretario organizador, Fernando Bossi, alude en particular las declaraciones de la secretaria de Estado norteamericana, Condolezza Rice, quien llamó a articular acciones contra Venezuela.
Ya no sólo entregan fabulosas sumas de dinero a los grupos golpistas venezolanos, sino que ahora pretenden organizar una «Santa Alianza» contra los pueblos latinoamericanos que no se sometan a sus designios, agregó Bossi.
La Secretaría de Organización del Congreso Bolivariano de los Pueblos convocó a los Capítulos Nacionales y las fuerzas populares del continente a organizarse en defensa de Venezuela, Cuba y demás países agredidos por Washington.
«Los pueblos de Nuestra América debemos entender que un poderoso enemigo amenaza nuestras soberanías, nuestras riquezas y nuestras vidas», precisó la declaración en su convocatoria a la «unidad de las fuerzas populares y la movilización permanente».
La nota urge asimismo a acelerar el proceso de constitución de un poderoso Congreso Bolivariano de los Pueblos, como movimiento internacional antimperialista, en sesión permanente y atento a movilizarse en todo el continente ante cualquier agresión.
Sólo los pueblos organizados, con las armas de la razón y la verdad, podrán vencer a las fuerzas de la reacción, subrayó.
El Congreso Bolivariano de los Pueblos constituye un movimiento internacional que aglutina a fuerzas políticas y sociales de América Latina cuya actuación tiene como referencia el pensamiento del Libertador Simón Bolívar.
Entre otros, está integrado por el Movimiento V República, Venezuela, Movimiento al Socialismo, Bolivia, Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador y Frente Sandinista de Liberación Nacional Nicaragua.
Asimismo lo conforman el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (El Salvador), Unión Nacional de Trabajadores (Venezuela), Movimiento Barrios de Pié, Argentina, y partidos comunistas de Chile, Cuba y Venezuela, entre otros.
Caracas, 21 de febrero 2006
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