Los secretarios generales de la Democracia Cristiana (DC), Moises Valenzuela, y del Partido por la Democracia (PPD), José Auth, coincidieron en que La Moneda parece paralizada y sin iniciativas ante la oposición de la derecha a aceptar las reformas.
Consideran que desde el momento en que la mandataria se comprometió con la ciudadanía durante su campaña electoral a sacar adelante la iniciativa, debería asumirse una actitud más consecuente y activa en apurar un acuerdo en el congreso.
Los dirigentes concertacionistas coinciden con sectores de la izquierda extraparlamentaria y de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en que el Ejecutivo ni siquiera tiene una estrategia definida de abordaje del problema.
El gobierno presentó un proyecto de Ley para modificar la norma, impuesta por el ex dictador Augusto Pinochet poco antes de entregar el gobierno en 1990, pero la derecha opositora insiste en bloquearlo para no perder los privilegios que les otorga el actual sistema.
El secretario nacional de la DC, Moisés Valenzuela, explicó que la modificación del binominal les parece un asunto central para la democracia chilena y, por ello, pidió que tanto los partidos de la Concertación como La Moneda «le pongan el máximo de atención».
Respecto del contenido en particular de la iniciativa gubernamental, el dirigente democristiano admitió que se trata de una materia discutible en sus disposiciones específicas, pero no así en la necesidad de nuevo régimen electoral.
En su opinión, existe cierta carencia por parte del Ejecutivo para cumplir con el compromiso adquirido y demandó un mayor esfuerzo, para lo cual abogó por una acción más concertada en el parlamento. «No queremos que esta vez todo quede como una propuesta testimonial», dijo.
«No estoy satisfecho como se está manejando el tema. Habría preferido una mayor fuerza y voluntad política de parte del Gobierno, para tener un mayor conocimiento de lo que se pretende lograr», postuló por su parte Auth, considerado un experto en temas electorales.
Para el dirigente del PPD, la vía más adecuada habría sido optar por la discusión amplia, en la cual se contara con la opinión de todos los sectores políticos, cosa que no ocurrió debido a la naturaleza técnica de la comisión presidencial designada por Bachelet.
«La verdad es que no veo de parte de La Moneda un diseño claro de lo que se quiere conseguir, ya que este tipo de temas requiere de un debate amplio», comentó el segundo hombre del PPD, quien advirtió que más importante es coincidir con el carácter excluyente de la actual norma.
Auth admitió que los problemas y conflictos de las últimas semanas han llevado a que el cambio del sistema quede de facto fuera de agenda, pero insistió que si hay voluntad política es posible abrir un espacio para el diálogo.
También el secretario general del Partido Socialista (PS), Marcelo Schilling, dijo desconocer si el gobierno tiene una estrategia definida para sacar adelante la reforma y coincidió con sus colegas del oficialismo que ese es un compromiso que no se puede eludir.
«Es absurdo tener guardado un tema que en sí divide a la derecha, por eso creo que esta discusión debe darse al nivel público, insistió.
Por iniciativa de la CUT, principal gremio del país, los cuatro partidos que integran la coalición gobernante acordaron hacer un frente común con las agrupaciones de la izquierda extraparlamentaria para presionar a la derecha a un cambio.
Santiago de Chile, 13 de julio 2006
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