En el primer caso un importante grupo de legisladores no vieron con buenos ojos que la mandataria no usara la mayoría con que cuenta el gobierno en ambas cámaras del Congreso para hacer aprobar el proyecto de ley, que beneficiaría a miles de trabajadores.
Después de haber logrado un trabajoso acuerdo con las bancadas de los partidos que integran la coalición, Bachelet decidió postergar su votación para dar posibilidad a la derecha de presentar sus propias propuestas.
La decisión fue interpretada como «una concesión» innecesaria a los sectores empresariales que complica y aleja un acuerdo por el cual está clamando fuertemente la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), principal gremio del país.
«Me parecen mal las vacilaciones que se han generado en el Gobierno en torno al proyecto de subcontratación», afirmó el senador socialista Carlos Ominami, quien encabeza un reducido pero influyente grupo de legisladores progresistas en la Concertación.
Para el congresista la iniciativa fue ampliamente debatida, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, y ya estaba lista para ser aprobada. «Aquí se debió haber ejercido la mayoría con que cuenta el gobierno», puntualizó.
Insistió en que el proyecto aseguraba aspectos imprescindibles para el trabajo. «Existen estándares laborales mínimos que hay que respetar y no es posible que el Gobierno se deje amedrentar por el empresariado», subrayó.
Para el senador Jorge Pizarro (DC) la indecisión de La Moneda en torno a la aprobación del proyecto «es una señal muy confusa, que demuestra que la presidenta no tiene todavía un criterio formado frente a la iniciativa».
«Por lo tanto, ahora no entendemos nada. Nos encontramos con que el Gobierno no sabe qué hacer», recalcó Pizarro, figura muy cercana a la recién electa presidenta del principal partido de gobierno, la ex canciller Soledad Alvear.
En la Cámara de Diputados, en tanto, parlamentarios de la Democracia Cristiana (DC), Socialistas y del Partido por la Democracia (PPD) anunciaron que no aceptarán cambios al proyecto de subcontratación acordado a nivel oficialista.
En este contexto, un grupo de congresistas -entre ellos Mariano Ruiz-Esquide (DC) y Guido Girardi (PPD)- se reunió con la ministra secretaria general de la Presidencia, Paulina Veloso, para expresarle su preocupación por las eventuales enmiendas al proyecto.
En medio de la rebelión oficialista, el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber, debió descartar las obvias versiones sobre una negociación entre La Moneda y la extrema derecha opositora.
«Aquí no hay negociaciones con la derecha. Los parlamentarios pueden hacer propuestas y la gente puede escucharse, pero aquí no estamos negociando con la derecha en esta materia», insistió en un esfuerzo por calmar el ambiente.
A pesar de las posiciones divergentes que existen entre Concertación y La Moneda, el vocero aseguró que «el mensaje fundamental es uno solo: aquí va a haber un proyecto sobre subcontratación que va a acabar con los abusos en materia laboral».
En cuanto a la propuesta del gobierno de invertir los millonarios excedentes del cobre en el exterior, un grupo de diputados de la DC se sumó a sectores progresistas que demandan con fuerza un mayor énfasis redistributivo en materia de beneficios sociales.
La decisión refleja una preocupación de importantes sectores del gobierno por la tendencia considerada demasiado liberal del equipo económico que encabeza el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, un economista educado en la Univerdad Harvard (Estados Unidos).
Santiago de Chile, 5 de Mayo 2006
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