Osvaldo Puccio, ministro portavoz de La Moneda, dijo que la presencia de Morales será una buena oportunidad para aportar capacidades conjuntas de los dos vecinos en función de superar los históricos conflictos que los separan.
«Como siempre hemos dicho creo que aquí hay una gran oportunidad, una gran potencialidad; tanto Bolivia como Chile están mirando esa oportunidad y posibilidad de manera muy positiva», indicó el vocero del Ejecutivo chileno.
El líder izquierda boliviano, quien ya confirmó su asistencia al traspaso de mando el 11 de marzo próximo, sostendrá reuniones de trabajo con el presidente saliente, Ricardo Lagos, y la nueva mandataria chilena.
«Todos estamos muy esperanzados que los encuentros que haya, las tareas que se realicen vayan no sólo en la mejora de las posibilidades y las capacidades conjuntas de ambos países, sino del ambiente general de nuestra región», subrayó Puccio.
El vocero señaló que aún no está definida la agenda de actividades que desarrollará el gobernante boliviano en su visita al país, entre las que se cuentan homenajes que preparan organizaciones de izquierda e indigenistas nacionales.
Es el segundo día consecutivo que el vocero gubernamental se refiere al tema. El domingo resaltó que «para Chile y para los chilenos no sólo es un agrado, un honor y una enorme alegría que Evo Morales venga a Chile, sino que será entrañablemente bienvenido».
Morales dijo ayer tras una larga reunión con sus colaboradores en La Paz, que «todavía no vamos a lanzar cuál va a ser la política oficial de este nuevo gobierno» con Chile y destacó que a Bolivia le interesa «tener relaciones con todos los países».
Ambos países suspendieron sus relaciones diplomáticas a finales de la década del 70 tras fracasar un intento de las entonces dictaduras de Hugo Banzer y Augusto Pinochet de encontrar una solución a los reclamos bolivianos de una salida soberana al mar.
Chile arrebató a Bolivia todo su litoral durante la denominada Guerra del Pacífico a finales del Siglo XIX, en la cual estuvo involucrado también Perú.
Caracterizadas por cíclicos conflictos, las relaciones entre ambos países tuvieron un franco impulso durante el gobierno provisional de Eduardo Rodríguez, predecesor del líder izquierdista, quien ganó las recientes elecciones de su país con casi el 54 por ciento del voto popular.
Lagos asistió el 23 de enero pasado a la asunción del mando de Morales -primer presidente chileno que participa en estas ceremonias- y lo invitó personalmente para que estuviera presente en la toma de posesión de Bachelet.
Santiago de Chile, 21 de febrero 2006
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