Los choques principales se registraron en la intersección de las calles Morandé y Compañía y en las cercanías de las oficinas de la secretaría regional de Educación (SEREMI), hasta donde pretendían llegar los jóvenes para denunciar la intervención policial en los principales liceos de la capital.
En ambos casos los estudiantes fueron reprimidos con potentes carros lanza agua y abundantes gases lacrimógenos para impedir su marcha, según transmisiones de canales de televisión.
Unos dos mil estudiantes del Instituto Nacional y los liceos de Aplicación y Manuel Barros Borgoño, que salieron desde sus respectivas escuelas hasta la Plaza de Armas, se enfrentaron con la policía cuando estos pretendían cortarles el paso en el centro de Santiago.
En una escaramuza cerca de la SEREMI se produjo otro choque cuando los jóvenes reaccionaron airadamente ante la detención de uno de sus compañeros, perteneciente al liceo Confederación Suiza.
Según los primeros reportes, al menos tres jóvenes sufrieron lesiones de diversos grados durante los enfrentamientos.
Mientras tanto, en la aristocrática comuna de Providencia cientos de estudiantes -en su mayoría pertenecientes al Liceo Lastarria- marcharon hasta la municipalidad para pedir una entrevista con el alcalde Cristián Labbé, quien se negó a recibirlos.
Labbé, un ex alto jefe militar allegado al dictador Augusto Pinochet, decretó el lunes la expulsión de 44 alumnos que participaron en las tomas de ese plantel la pasada semana. Los jóvenes -cuya marcha fue pacífica- pretendían que el edil suspendiera la medida.
Gustavo Poblete, vicepresidente del Centro de Alumnos, resaltó que «la postura nuestra es seguir manifestándonos, pero también tenemos que considerar que no podemos dejar sin escuela a los muchachos».
«Nosotros queremos negociar, queremos llegar a un acuerdo mutuo (…) tarde o temprano van a tener que negociar, no pueden tomar una medida tan autoritaria», insistió.
En un escueto comunicado, las autoridades informaron que «la situación respecto de las suspensiones se mantiene sin variaciones y el municipio reitera el llamado a la comunidad escolar a continuar con el normal desarrollo de sus actividades».
El paro nacional y las movilizaciones de hoy fueron convocados el pasado sábado por la Asamblea de Estudiantes Secundarios (ACES) en señal de advertencia por lo que consideran «falta de voluntad política» del gobierno para corregir el sistema de educación.
Los líderes estudiantiles dieron dos semanas de plazo al gobierno para que inicie una profunda reforma de la repudiada Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza (LOCE), una normativa impuesta por el régimen militar en los años 80 como parte de su política privatizadora.
Esos jóvenes reclaman que se ponga fin al lucro, la corrupción, la desigualdad y el desorden que impera en la educación chilena y el Estado asuma la responsabilidad que le corresponde en enseñanza de las nuevas generaciones.
Santiago de Chile, 18 de octubre 2006
Crónica Digital/PL , 0, 35, 3
