Según el estudio, ese podría ser un medio para desviar la atención a utilizar en las consultas cuando los pequeños son sometidos a una extracción de sangre.
«El empleo de la televisión debería proponerse siempre que sea posible para vencer el dolor», concluye el doctor Carlo Bellieni, autor principal del estudio.
Los expertos de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Policlínico Universitario Le Scotte, Siena, Italia, llegaron a esa conclusión tras analizar a 69 niños de entre siete y 12 años a los que se iba a tomar muestras de sangre.
Para el estudio, se dividió a los menores en tres grupos, todos en compañía de uno de sus padres.
Los del primero veían dibujos animados japoneses mientras eran sometidos a la venopunción, sin contar con el consuelo de sus madres, los del segundo fueron entretenidos por sus padres y el tercero de control no recibió ninguna distracción.
Luego, los pequeños debieron clasificar en una escala del cero al 100 el dolor que sintieron, refirió la revista.
Las molestias de los que vieron muñequitos resultaron mucho menores, en comparación con los del resto de los niños.
Sobre el pobre efecto del consuelo materno, Bellieni indicó que podría deberse a la ansiedad que transmiten a los hijos.
Aclaró, sin embargo, que la presencia de los padres daba una mayor confianza a los infantes.
También advirtió que la televisión para acaparar la atención de los muchachos puede tener implicaciones preocupantes.
«La televisión es analgésica para el dolor durante procedimientos médicos, pero despierta cierta preocupación en su uso en la vida diaria, por el excesivo tiempo que pasan frente a una herramienta con tal poder para captar la atención», dijo.
Londres, 21 agosto 2006
Prensa Latina , 0, 58, 10