Hablar con Alfonso Fraga Pérez, 66 años, casado, tres hijos, de profesión abogado – hasta hace algunas horas embajador de Cuba en Chile – es conocer a uno de los hombres más experimentados de la diplomacia cubana, a quien le ha tocado, según confiesa, defender a la Revolución cubana en muchas naciones del mundo.
Llevo 44 años en trabajo diplomático, revela a Crónica Digital el ex representante de La Habana en Santiago. Ha servido a su nación en países claves y también en altos cargos en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Fue embajador en Yugoslavia, en la República Popular China, allí tuve la oportunidad de conocer antes de 1973 al entonces embajador chileno, Armando Uribe, recuerda con agrado. También prestó servicios en Polonia, y por siete meses en la ex República Democrática Alemana.
A fines de los años 70 fue director de los países socialistas de Europa en la Cancillería cubana. Durante mucho tiempo fue representante de Cuba en Zimbawe, país donde tengo mis mejores recuerdos, rememora, y a principios de los años noventa sirvió como jefe de la misión en la Oficina de Intereses de Cuba en Estados Unidos.
Fraga, uno de los diplomáticos más avezados de su país, llegó a Chile en diciembre del año 2000, a fines de ese mes presentó sus cartas credenciales al presidente Ricardo Lagos, desde ese año hasta hoy, el representante caribeño dice que he tenido que vivir muchos sinsabores, pero también muchas alegrías, como el mismo revela.
Para el ex hombre de Fidel Castro ante Ricardo Lagos, dice que no es fácil ser un diplomático cubano, porque al principio tuvimos que ser diplomático no de carrera, sino a la carrera, pero sostiene que en los 44 años la actividad política está le ha dado una gran experiencia.
En el plano íntimo, Fraga recuerda a su madre Leonor Pérez como la mujer que le entregó los grandes valores que está hoy lo guían en su vida: Mi madre era una santa, era una católica muy activa, pero también era una gran revolucionaria. Ella se montaba en cualquier camión para ir a trabajos voluntarios o para trabajar en la alfabetización.
Este hombre que nació en La Habana, se siente orgulloso de su familia mi hija es médico, tengo cinco nietos, pero por sobre todo debo decir que mi esposa Isolina, es la que siempre me ha apoyado, ella ha estado a mi lado en cada momento de mi vida y es junto a mi familia, el faro que alumbra mi existencia, revela, por mientras que sus ojos se humedecen al agradecer a los suyos.
Tras hablar de su vida y la familia, Fraga accede a responder las interrogantes de tres grandes temas que marcaron su gestión en Chile: Relaciones entre La Habana y Santiago, fallecimiento de Gladys Marín y elección de Michelle Bachelet como presidente de Chile.
Cuando Usted llegó a Chile, recién había asumido la presidencia Ricardo Lagos, ¿Cómo evalúa las relaciones entre las dos naciones?
Nosotros llegamos aquí con muchos deseos de avanzar en el desarrollo de los vínculos bilaterales, tanto en lo político, económico y en la esfera comercial.
¿Pero en lo político hubo muchas incomprensiones por parte del gobierno de Lagos?
Así es, hubo muchas incomprensiones como las votaciones en contra Cuba en la comisión de derechos humanos de Naciones Unidas, a pesar de que nosotros habíamos dado al gobierno chileno toda una serie de argumentaciones muy serias y para fijar cual era la realidad de nuestro país.
Lamentablemente hubo varios años donde se produjeron esas votaciones. Sabemos que la presión de Estados Unidos era tremenda, no sólo en contra de Chile, sino en contra de numerosos países europeos y latinoamericanos.
Debo decirte que hubo momentos en que hubo compresión por parte del gobierno chileno, pero a la hora de tomar la decisión, pienso que existió la presión de Estados Unidos, obligó a los chilenos a tomas decisiones erráticas con respecto a Cuba.
¿Cuáles fueron las relaciones con la Cancillería chilena?
Tuvimos muchas conversaciones con varios subsecretarios. Las conversaciones fueron muy francas y abiertas. En el caso de la ex ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, debo confesarte que me recibió una semana antes de que terminara su mandato.
¿Se avanzó en el plano comercial?
Sí, logramos avanzar en ese plano, cuando llegue existía un bajo intercambio comercial, hoy tenemos un intercambio de 50 millones de dólares, entre lo que te puedo decir que existen créditos del Banco del Estado de Chile y CORFO.
Entonces, ¿qué es lo que falta para mejorar las relaciones comerciales?
Lo que falta es implementar por la parte chilena el Acuerdo de Complementación Económica, ACE 42, que se logró en el marco de la ALADI a fines de los años 90 y que lamentablemente no se puede aprobar sin pasarlo al Parlamento y que todavía no se envía por parte del gobierno. Esperamos que en los próximos meses se envíe al Congreso y se apruebe el intercambio económico, comercial y de cooperación científico técnica entre los dos países.
GLADYS MARÍN SUPO ENFRENTAR LA MENTIRA Y EL HORROR
En marzo se cumple un año del fallecimiento de Gladys Marín. Usted tuvo la oportunidad de conocerla no tan sólo como diplomático ¿qué recuerdos tiene de ella?
La Gladys me deja y nos deja como gobierno y pueblo cubano, un recuerdo muy profundo. Yo no he conocido a una dirigente con esa perspectiva del mundo tan claro y visionario.
La relación que existió entre el gobierno de Cuba y Gladys fue muy profunda y fecunda. Ella no sólo tenía una compresión de nuestro proceso sino fue una defensora de la Revolución cubana desde sus inicios. Eso Cuba nunca lo olvidará.
Usted dice que fue una defensora de Cuba, ¿podría explicitarse más?
Ella donde estuvo siempre se paró a defender la causa de Cuba, pero lo más importante con argumentos que ella misma elaboró y los dejó escrito en miles de actos, reuniones en Chile y el mundo.
¿Como enfrentó Cuba la enfermedad de Gladys Marín?
Desde un primer momento nuestro gobierno ofreció todo lo que tiene en sus manos para ayudarla en su enfermedad.
Cuando estaba en la isla, se alegraba mucho con las visitas de nuestros dirigentes. Ella conversaba – a pesar del cáncer- sobre Cuba y Chile. Nunca estuvo ausente de lo que pasaba en su país.
Yo conocí a Gladys en una actividad del Partido Comunista de Cuba antes de que fuera designado embajador en Chile, y ya tenía problemas de salud, por eso iba a nuestro país a hacerse chequeos médicos, al tiempo después nuestras autoridades medicas le informaron cuales podrían ser las dificultades que se le podrían presentar.
En tres palabras ¿quién fue para Usted Gladys Marín y por qué?
Grande, humana y valiente
Grande, porque fue capaz de darle a la política el sentido justo, fue leal con las causas de los suyos, su pueblo, pero además fue leal con las causas de los todos los que aspiramos a que el mundo sea más humano.
Humana, porque siempre estuvo pendiente de los problemas del pueblo chileno, ella lo defendió en la calle, en la clandestinidad y en el Parlamento a ese pueblo que la lloró en marzo pasado.
Valiente, porque supo enfrentar la mentira y el horror, pero también estuvo al frente de las luchas, fueran estas grandes o pequeñas, nunca escatimó en buscar la justicia y la verdad para con su esposo y sus compañeros detenidos desaparecidos. Entregó su vida en la noble tarea de hacer de su Patria un lugar donde no existieran excluidos.
BACHELET DEBE AVANZAR MÁS EN LA INTEGRACIÓN DE AMERICALATINA
¿Qué opinión tiene el gobierno de Cuba sobre Michelle Bachelet?
A nosotros nos satisface plenamente que Michelle Bachelet fuera electa presidente de Chile y en lo personal también.
En lo personal, fue la primera ministra a la que tuve que conocer en su calidad de secretaria de Salud. Ella, hace algunos años visitó nuestro país en el marco de una reunión internacional de ministros de área de salubridad. En esa ocasión Michelle Bachelet firmó una serie de acuerdos con Cuba y visitó a los estudiantes chilenos que estudian medicina en la escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas.
¿Ustedes ven en el gobierno de Michelle Bachelet que se podría profundizar las relaciones entre Cuba y Chile?
En nuestro gobierno existe confianza que en el gobierno de Michelle Bachelet se avance mucho más en las relaciones bilaterales, eso te lo debo afirmar, pero también estamos confiados en que en política exterior ella avance en la integración de los latinoamericanos en todos los planos.
Usted habla de integración, pero durante los gobiernos de la Concertación estos no aceptaron la propuesta cubana de enviar a jóvenes chilenos a estudiar medicina a Cuba, ¿Usted cree que el gobierno de Bachelet pueda avanzar en esa plano?
Yo creo que sí, y además debería darle una solución a esos jóvenes cuando terminen sus estudios. Hoy son más de 400 muchachos y muchachas que están estudiando medicina. Hoy no existe un acuerdo entre los dos países de revalidar los títulos, pero creo que hay que facilitar la ayuda a esos jóvenes.
No olvidemos que estos jóvenes se han comprometido a trabajar en aquellos lugares de donde provienen, es decir de los sectores más pobres, y creo que a cualquier gobierno le serviría tener un contingente de profesionales de la medicina al servicio de los más pobres de la nación.
Desde la visión de un experimentado diplomático y experto en temas latinoamericanos, ¿qué espera de Bachelet en esta área?
Tenemos confianza de que Michelle Bachelet avance y ubique más a Chile en el contexto latinoamericano, aquí no se trata de estar alejado del contexto donde estés, si te alejas y te puedes complicar innecesariamente la vida. Puedes tener excelentes relaciones con Europa, Asia, pero ahora Chile debe ubicarse en su continente.
Chile, debe debatir una serie de temas importantes para beneficiar las relaciones con los países vecinos y buscar soluciones a esas problemáticas.
CUANDO ESTE VIEJO ESCRIBIRÉ UN LIBRO
¿Qué le gustaría hacer en 10 o 15 años más?
Me gustaría trabajar con mi gente, con mi pueblo, aportando mi experiencia
.
¿Disculpe, pero en lo personal, no le gustaría estar en el campo y cultivar la tierra, por ejemplo?
Bueno si me voy al campo con la edad que tengo, estoy seguro que produciría muy poco (ríe). Lo que hay que estimular es que la gente emigre al campo para que produzca lo que realmente hace falta, ¿no crees?
En el orden personal, me gustaría estar con mis nietos y vivir lo que todo hombre que es abuelo le encantaría vivir, además conocer lugares de mi país que no conozco y tal vez cuando este viejo escribir un libro.
¿Al finalizar su misión en Chile, que recuerdos se lleva en su equipaje?
Me llevo el cariño de su gente, de su pueblo. Donde quiera que haya ido a lo largo y ancho de este hermoso país he recibido el cariño y el afecto de la gente.
Lo más interesante que me ha pasado, es que aunque conozcan muy poco de la Revolución cubana, existe el interés por saber más de nuestro país, pero además me llevó el cariño de aquellos que nunca han dejado de apoyarnos y de estar juntos a nuestro pueblo. Eso te lo puedo asegurar.
Por: Iván Gutiérrez Lozano. El autor es director de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 20 de enero 2006
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