Los senadores oficialistas Mariano Ruiz-Esquide, Guido Girardi y Carlos Ominami, así como los opositores de la derecha Evelyn Matthei y Carlos Kuschel, firmarán una declaración de compromiso con la Confederación de Trabajadores de la Salud.
El documento será suscrito en una reunión extraordinaria, que se llevará a cabo en el ex Congreso Nacional, en esta capital, a la que serán invitados los dirigentes de la Confenats, principal gremio del sector, en huelga desde hace más de tres semanas.
Girardi indicó que ayer se le envió una «nota borrador» con lo pactado al presidente del sindicato, Roberto Alarcón, quien estaría dispuesto a anunciar la suspensión del paro.
«Nos comprometemos a presentar sus puntos de vista durante el trámite del proyecto de ley (presentado la semana pasada por el gobierno) y ellos a detener el paro», sostuvo el legislador del Partido por la Democracia.
Al esfuerzo de los senadores se suma el de un grupo de diputados de la Concertación, quienes ayer también anunciaron su apoyo al gremio en el Congreso.
La ministra de Salud, M. Soledad Barría, valoró la intervención de los parlamentarios y expresó la esperanza de que los trabajadores los escuchen.
La huelga por reivindicaciones salariales y reclamo de mayores recursos para el sector, ha paralizado casi por completo los servicios de salud pública en el país.
Tanto el gremio como sectores políticos opositores consideran que el conflicto ha derivado en un problema político ante la intransigencia de las autoridades gubernamentales para negociar un reajuste salarial, que no representa más de dos millones de dólares.
Mucho más que eso ha tenido que gastar el gobierno en la contratación de personal adicional para cubrir turnos de emergencia y en la derivación de pacientes a clínicas privadas, según ha confirmado el Fondo Nacional de Salud.
«Nunca hemos visto un conflicto más absurdo que éste», afirmó la senadora Evelyn Matthei, de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente.
La legisladora segura que el conflicto de la salud sigue en pie debido a un problema político y no de dinero ya que el Gobierno no se atreve a poner en entredicho a los dirigentes de otros gremios del sector que le son afines.
Según la parlamentaria gremialista, la diferencia entre lo que pide la Confenats y lo que ofrece el gobierno es de tan sólo dos millones de dólares al año, una cifra que equivale al gasto que significan dos días de paro.
En tanto, la FENATS informó que la asamblea matropolitiana resolverá si continua con el paro de actividades.
Dirigentes de la salud señalaron que aunque se llegó a un acuerdo, no descartan continuar con la movilizaciones, si el parlamento no acuerda realizar los cambios que ellos proponen.
Santiago de Chile, 2 de octubre 2006
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