Los congresistas oficialistas hicieron estas declaraciones a raíz del viaje que mañana emprenden a Caracas, por una invitación de la Compañía de Petróleos de Venezuela con el objeto de buscar mecanismos que aseguren los lazos de cooperación energética entre Venezuela y Chile, luego de la decisión de Argentina de reducir los envíos de gas.
No tenemos interés de inmiscuirnos, dijeron respecto de la decisión que deberá tomar Bachelet en esta materia pero, su apoyo se sostiene en la existencia de fuertes lazos culturales, comerciales con el país caribeño.
Santiago de Chile, 28 de septiembre de 2006.
Crónica Digital/ Agencias
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Vie Sep 29 , 2006
El estudio señala como una de sus conclusiones que «a la velocidad que han cambiado sus criterios en la última década, el país necesita al menos tres decenios más para llegar a tener los valores que hoy se identifican con una sociedad moderna». El informe recogió opiniones sobre el divorcio, aborto, homosexualidad, religión, familia, identidad, política, trabajo, tolerancia, obediencia e independencia, entre otros parámetros que reflejan la tendencia del chileno en políticas valóricas. Marta Lagos, directora para Chile de MORI, explicó que a escala internacional, el país transitó desde el grupo más pobre, en el que se situaba en 1990, a uno de mayor bienestar, pero continúa siendo tradicional en valores, si bien se registran algunos avances. «En 16 años pasamos de una sociedad que tenía consensos de repudio al aborto, homosexualidad, prostitución, suicidio y donde el divorcio y la eutanasia tenían muy bajos grados de comprensión, a una donde el divorcio está justificado, y la homosexualidad a medias», apuntó. Precisó que el aborto, el suicidio, la eutanasia y la prostitución dejaron de tener repudio consensuado y han pasado a ser tolerados por un número de creciente de chilenos, pero no a niveles suficientes o comparables con otras sociedades. En escala de uno a 10, los chilenos que justifican el divorcio promedian seis puntos; quienes están de acuerdo con la homosexualidad alcanzan 4,9; y los que se muestran a favor de la eutanasia llegan a 3,8 puntos. En 1990, estos temas sólo eran apoyados en 3,5; 2,8 y 1,7 respectivamente. La encuesta consigna que el grado de justificación al divorcio prácticamente se duplicó entre 1990 y 2006, al pasar del 35 al 60 por ciento en el período, mientras la justificación de la homosexualidad subió del 18 al 49 por ciento. En cuando a la eutanasia, su justificación aumentó de 27 a 38 por ciento en el período, lo mismo ocurre con el aborto, cuyo respaldo subió del 18 a 26 por ciento y la prostitución del 18 a 35. «El cambio valórico es lento y pequeño si se compara con la velocidad de cambio que han sufrido otras sociedades en el mismo período», señala el estudio tras subrayar que los cambios suceden sin que se puedan controlar pues son producto del desarrollo económico. Mientras tanto, la familia y el trabajo se mantienen como los ámbitos más importantes en la vida de los nacionales, seguidos del el tiempo libre, que desplaza a la religión, mientras los amigos y la política se mantienen en el quinto y sexto lugar, respectivamente. La identidad nacional fue medida, en parte, por la disposición a defender el país. A la pregunta sobre si estarían dispuestos a pelear en caso de una guerra, el 53 por ciento afirma que sí, 30 puntos porcentuales menos que en 1990 tras el fin de la dictadura militar. El cambio valórico es enorme si se mira desde la perspectiva que se acabaron los vetos sociales completamente en todos estos ámbitos, donde se pasó de una sociedad llena de tabúes en […]
