El presidente de los periodistas chilenos Luis Conejeros, dijo que determinación del alto tribunal pone serios límites a la libertad de expresión y dificulta la labor de los reporteros que usualmente cubren el sector, ya que no podrán tener acceso directo a los ministro de la Suprema y cortes de apelaciones.
El dirigente indicó que auto acordado es un retroceso en los esfuerzos por dar mayor transparencia a la labor del Poder Judicial que han sido impulsados por el actual presidente, Enrique Tapia.
En la víspera, el Senador Naranjo rechazó la medida de los ministros de la Corte Suprema de vetar a la prensa y dijo que son funcionarios públicos, por lo cual no pueden pretender trabajar en una jaula de cristal.
La modernización y la transparencia del Poder Judicial no admiten restricciones al trabajo de la prensa. Los chilenos tenemos el derecho a estar plenamente informados de lo que sucede en los Tribunales de Justicia, dijo el parlamentario socialista.
Los 15 ministros de la Corte Suprema aprobaron la medida, buscando -dijeron- evitar que flashes, cámaras o micrófonos molesten a los magistrados.
Entre las disposiciones está la prohibición de acercarse a los ministros o jueces sin su consentimiento.
Santiago de Chile, 28 de marzo 2007
Crónica Digital , 0, 19, 3
Mié Mar 28 , 2007
Dejar que reposen las emociones negativas, los exabruptos, los malos momentos. Tomar una determinación bajo un estado de molestia es peligrosamente desbastador. Esta es una alerta para aquellas parejas que se aman, se siguen gustando, aunque se han dejado vencer por la rutina del día al día, la propia confianza que estropea a veces el interés por lo distinto o por experimentar, cuestiones que van amoldando a los matrimonios, a no subir la parada en asuntos comunes de pareja, sino a bajarla lentamente, como sin darse cuenta, hasta que un día uno de ellos reacciona, mira al otro y le dice: ¿Y qué es lo que nos está pasando? Estas parejas pueden vivificar su romance, están a tiempo. Algo diferente pasa cuando en los dos, o uno de los miembros, el amor se pierde por hechos concretos violencia, reacciones egoístas, etco simplemente se desvanece, como le ocurre a Elisa, cuyo matrimonio de 12 años, se ha enfriado como el hielo. SIN SABER POR QUÉ Hace algún tiempo, Elisa me escribe una extensa carta donde da detalles de su matrimonio. Ella misma no se explica como acabó en ese punto. Reconoce que nunca hubiera querido que algo así le sucediera. Pero los buenos propósitos por sí solos no son garantía de nada. Sin duda, para cualquier persona esto termina siendo una frustración. Habla largamente Elisa de lo que han creado juntos ella y su esposo: dos hijos a los que adora, una casa bonita, recién reparada y decorada, una vida estable en lo económico. Se refiere a su compañero como un buen hombre, buen padre y trabajador. Al final de su carta, relata con amargura que se siente atrapada en un matrimonio sin amor. A Elisa le causa gran dolor su realidad matrimonial. Piensa insistentemente al punto dramático que ha llegado, sin desearlo. En casos así, sería mucho más práctico no dejarse abatir por el derrotismo ni por actitudes paralizantes; más bien es necesario hacer todo lo contrario: llenarse de coraje y actuar de manera positiva para revertir lo que está ocurriendo. Todas las parejas afrontan dificultades y desencuentros, y este hecho no necesariamente significa que no se amen. Quedarse de brazos cruzados sí es la peor variante. La infelicidad matrimonial es uno de los principales causantes de depresión, bajo rendimiento laboral y el fracaso en muchas actividades que se emprenden. La vida se empieza a ver bajo el lamento, se pierden bríos, energías, se cae en el negativismo, se aprecia el porvenir no como para echárselo en el bolsillo, sino árido, difícil y ensombrecido. Sin embargo, el hecho de que haya problemas en el matrimonio no quiere decir que la situación ya no tenga remedio. Es importante afincarse a la idea de que se ha construido un nido, que va más allá de lo material, es decir, involucra a los hijos, familiares y amistades comunes; tristezas y alegrías compartidas, así como a momentos de satisfacciones y empeños. Si se tiene esa visión realista del matrimonio y no solo como un […]