En España ya respondieron hace décadas esta pregunta: ambas instancias se complementan.
Me ha tocado conversar con madres que han recorrido más de 30 colegios regulares para inscribir a sus hijos con discapacidad física y sensorial, sin obtener resultados. Y con otros que luego de matricularlos han realizado visitas sorpresa a los establecimientos integrados, constatando la marginación en que quedan sus hijos en la práctica.
Los casos de exclusión por desinformación y falta de capacitación en las escuelas integradas es un hecho. En este contexto el nuevo proyecto de ley enviado con carácter de urgencia desde La Moneda aparece muy engañoso. Una prueba de ello es que no involucró en su etapa preliminar a todos los actores relacionados.
La Agrupación de Padres y Amigos de Niños Discapacitados PANDIS – le envió una carta a la Presidenta Bachelet, con el fin de solicitarle, retire el carácter de Suma Urgencia a la actual tramitación legislativa del Proyecto de Ley que modifica el DFL Nº 2 del año 1998, respecto a subvenciones para establecimientos educacionales que atienden a niños discapacitados en Chile.
En la carta señalan: «Es de suma importancia, Su Excelencia, que dicha iniciativa reduzca la velocidad con que ahora está siendo analizada en la Honorable Cámara de Diputados, pues es notorio y evidente que requiere imperiosamente de mayores aportes, sobre todo de sectores de nuestra sociedad que se verán directamente menoscabados con esta iniciativa y que hasta ahora permanecen lejanos y sin posibilidad de participación».
El origen y motivación de esta agrupación, se encuentra en las aprensiones generalizadas que comenzaron a manifestarse entre padres y apoderados de diversas escuelas de educación especial a fines del año 2004, ante la elaboración de un documento denominado «Nueva Política Nacional de Educación Especial» del sistema educativo chileno, impulsado por el Ministerio de Educación.
El Proyecto de Ley forma parte de tres iniciativas que se enfocan hacia un mismo objetivo, pues a la subvención, se suma también una funesta reformulación de la Política de la Educación Especial y una segunda iniciativa legal que busca modificar la Ley Nº 19.284 sobre Discapacidad.
¿Están las escuelas regulares y los profesores preparados para tamaña responsabilidad?.
Soy entusiasta partidario de la integración escolar de los niños con discapacidad, porque cada día se dan testimonios humanos de ese anhelo. Pero así mismo, estoy consciente que el actual sistema de enseñanza vigente no reúne las exigencias técnicas ni profesionales que asegure un tratamiento educacional acogedor y empático a las necesidades del déficit de cada niño.
Por su condición de salud, muchos de estos chicos deben ser atendidos por profesionales calificados, por escuelas que se encuentran preparadas para brindar educación especial, a un niño autista o con síndrome de Asperguer (Autismo moderado), ciego, sordo, con síndrome de Down, trastornos de lenguaje, etc.
El criterio utilizado en este Proyecto de Ley pareciera develar entre líneas la siguiente tesis: «Todos los niños son iguales». En cuanto a los derechos es correcto, pero la realidad chilena de integración en práctica nos comprueba que definitivamente no, porque grave es la situación de las personas con discapacidad en nuestro país y a todo nivel, educación, salud, rehabilitación, seguridad social, transporte, trabajo, etc.
Bajo el criterio la estricta igualdad, ¿se deberían eliminar también los hospitales especializados y los centros de rehabilitación especiales?. Lo cierto es que la precariedad al interior de las escuelas fiscales muchas sin luz ni baños adecuados- las hace muy inadecuadas y tremendamente hostiles, en especial para los niños que viven con alguna discapacidad.
Un empujón o una caída para ciertos niños con discapacidad puede resultar fatal. Lo saben muy bien los familiares y las Organizaciones Sociales que trabajan el tema de la discapacidad. Y lo saben muy bien los padres y la familia; ahora lo sabe también la señora Presidenta de la República. Mi tesis es que no puede haber empatía sin educación al respecto.
«…sostengo que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene de ser protegida por el hombre, de la crueldad de los hombres » Gandhi
Por: Alejandro Hernández. El autor es Presidente de la Fundación Nacional de Discapacitados. Gestor social y cultural. fundacion@fnd.cl – www.fnd.cl
Santiago de Chile, 1 de Mayo 2006
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