Aunque la fecha no está definida, la decisión ha sido adelantada por la Cancillería y es considerada por diplomáticos locales como un paso para que Chile acepte negociar la controversia o que esta se ventile en el Tribunal Internacional de La Haya.
La previsible reacción chilena se sustenta en los reparos de Santiago a la previa presentación en Naciones Unidas de la ley peruana de Líneas de Base del Dominio Marítimo del país, que establece la frontera marítima con Chile, desde la visión de Lima.
Sobre la objeción chilena, el canciller de Perú, José García Belaúnde, dijo ayer que «no es otra cosa que un registro de su desacuerdo y punto».
La discrepancia se debe a que Chile reivindica como frontera el paralelo geográfico, que forma un ángulo agudo con la costa peruana, y alega que ese lindero fue fijado por convenios de hace más de medio siglo.
Perú plantea que la frontera debe negociarse porque esos acuerdos son sólo pesqueros y que el límite equitativo debe ser una línea equidistante de ambas costas.
El analista internacional Ernesto Velit dijo que la previsible nueva protesta chilena no afecta el derecho de Perú a informar a la comunidad internacional sobre sus fronteras marítimas.
Según Velit, la presentación de la cartografía es un paso previo indispensable para formalizar la existencia del diferendo y dar lugar a la negociación, a la que Chile se niega, o al arbitraje de La Haya.
El veterano embajador Hugo de Zela coincidió en que el trámite abrirá el camino a la negociación y a la solución definitiva y necesaria de la controversia por vías pacíficas.
Lima, 4 de mayo 2007
Prensa Latina , 0, 19, 11