Los trabajadores de la salud entran ya a su quinto día de huelga, los profesores realizaron el martes un paro de advertencia y los empleados fiscales tenían previsto un programa escalonado de protesta para el próximo octubre.
Líderes de los tres gremios, sin embargo, sostuvieron la víspera una reunión conjunta donde acordaron unir fuerzas y coordinar sus acciones para ejercer mayor presión sobre el gobierno en momentos en que se discute el presupuesto del 2007.
Nos estamos uniendo y haciendo fuerza común. En ese sentido, hemos conversado la posibilidad de empujar juntos el paro social del próximo 26 de septiembre, dijo el presidente del Colegio de Profesores, Jorge Pavez.
Los dirigentes gremiales aseguraron, sin embargo, que el aunar esfuerzos en función de sus demandas no significa en modo alguno que estén buscando una manera para desestabilizar al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
«Queremos justamente estabilizarlo, pero en la línea que entienda que los problemas que estamos levantando -que datan ya de mucho tiempo- requieren solución», aclaró Pavez.
Según los presidentes de los gremios, es el momento para que el Ejecutivo les anuncie propuestas concretas, ya que la buena situación económica que vive el país por los altos precios del cobre lo permite, a diferencia de lo sucedido en anteriores administraciones.
Los excedentes por el metal rojo alcanzarán este año una cifra record -próxima a los diez mil millones de dólares-, pero el gobierno insiste en depositar una buena parte en el exterior en reserva para una eventual era de «vacas flacas».
Roberto Alarcón, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (CONFENATS), llamO a Bachelet para que asuma la conducción del país y «no deje que las decisiones de su ministro de Hacienda, Andrés Velasco, sobrepasen su voluntad política».
Velasco, economista liberal educado en Harvard, gana cada vez más influencia en La Moneda con sus políticas de corte fondomonetarista en un momento particularmente complicado para la mandataria cuando su nivel de apoyo se mantiene por debajo del 50 por ciento.
Aquí no hay conducción política. El país es dirigido desde el punto de vista macroeconómico por quien nombró como ministro (de Hacienda) y esas decisiones están creando estos conflictos, subrayó el dirigente del poderoso gremio de la salud.
En la misma línea se pronunció el presidente del Colegio de Profesores, quien también pidió a Bachelet asumIR las riendas de su gobierno. «Queremos que nos gobierne la presidenta Bachelet, no el ministro de Hacienda», recalcó Pavez.
Los dirigentes, que representan a tres de los sectores más críticos del país -salud, educación y empleados públicos- sostuvieron que sus reclamos son «absolutamente legítimos», y que la mandataria se comprometió durante su campaña a darles una mejor calidad de vida.
Otra crisis laboral que viene en camino es el de los mineros de la estatal Confederación Nacional del Cobre (CODELCO), que en octubre deben comenzar a negociar un nuevo contrato de trabajo colectivo, donde aspiran a un reajuste salarial acorde con los altos precios del cobre.
Santiago de Chile, 14 de septiembre 2006
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