En entrevista que publica hoy el semanario Granma Internacional, Rodríguez expresó que si te dan un premio cuando menos lo esperas, por una cosa que realmente no has hecho para eso, lo primero que te causa es sorpresa.
El Premio Latino concedido por la Academia Española constituye un reconocimiento a una obra de 30 años con canciones que son «símbolo del compromiso social y político, y ejemplo de escritura poética», precisa la publicación.
La entrevista se remonta incluso a otra realizada en los años 80, cuando el cantautor se definió como un trovador de la Revolución cubana. Ahora respondería «posiblemente ni más ni menos», aseguró.
– ¿Aficiones favoritas?
– Escribir canciones, tocar la guitarra, escuchar las invenciones de mi hijo, tomar fotografías, dibujar, mirar las estrellas con un telescopio, leer, escuchar música, recordar.
– ¿Cuál consideras que es el mayor compromiso del artista?
– Hay varios tipos. Está el compromiso con lo fácil, que es con el bolsillo y la barriga; pero también existe el compromiso con la verdad histórica, con la justicia social, con el hombre. Prefiero el segundo.
Silvio Rodríguez fue fundador de la Nueva Trova hace varias décadas, algo que puede considerarse que históricamente ha sido una especie de relevo de generaciones, cuando la guitarra ha pasado de mano en mano, de una época a otra, durante 100 años.
«Nosotros significamos un relevo inmerso en una revolución social, de ahí que nuestra canción, a pesar de mantener viva la tradición de canción amorosa, a veces hiciera hincapié en el compromiso social, en las ideas políticas, en la lucha que ha venido librando nuestro pueblo y en general el hombre», dijo.
En aquella entrevista de hace años, ante la pregunta de ¿qué salvarías de un supuesto incendio en el hogar?, Silvio respondió: «Mi cepillo de dientes».
– ¿Darías igual respuesta hoy?
– Mi familia y mi cepillo de dientes. Cuando la pregunta anterior vivía solo.
– ¿Cuáles consideras los más apremiantes retos para la sociedad planetaria actual?
– Antes que nada tomar conciencia de la importancia de la vida ajena y sentirla entrañable. No se puede pretender vivir y a la vez obviar el dercho a la vida de los demás. Junto a eso, aprender a amar la naturaleza y reconocer en ella algo más importante que el dinero, el poder y la gloria.
– Es evidente que continúas como preferido de los jóvenes. Algunos lo achacan a eso llamado suerte.
– He tenido la suerte de encontrar canciones que le faltaban al paisaje, pero sobre todo de que existan personas que se den cuenta.
La Habana, 21 de abril 2006
Prensa Latina , 0, 98, 9