Los ministros de Relaciones Exteriores aprobaron un proyecto de Declaración Final que será sometido hoy a la aprobación de los jefes de Estado o Gobierno en lo que se considera un hecho formal pues se estima que el documento no sufrirá cambios.
El texto rechaza firmemente todas las medidas coercitivas de carácter unilateral con efectos extraterritoriales que son contrarias al derecho internacional y a las normas comúnmente aceptadas del libre comercio.
En ese contexto y recordando la Resolución 60/12 de la Asamblea General de Naciones Unidas, reafirma sus bien conocidas posiciones sobre la aplicación de las disposiciones extraterritoriales de la Ley Helms-Burton, dice ese párrafo.
Afirma que la democracia es un valor universal basado en la voluntad libremente expresada por los ciudadanos para determinar su propio sistema político, económico y social y su plena participación en todos los aspectos de sus vidas.
Señala que aunque las democracias comparten rasgos comunes, no hay un único modelo, no le pertenece a ningún país o región y reafirma la necesidad de otorgarle el debido respeto a la soberanía, la integridad territorial y el derecho a la libre determinación.
En otra parte apoya todos los esfuerzos para proteger la igualdad soberana de todos los Estados, respetar su integridad territorial e independencia política.
La declaración condena todos los actos terroristas, su financiación y apoyo, e insta a los Estados a impedirle refugio seguro a los culpables y a investigar y juzgar debidamente a los acusados de esos crímenes, o a dar rápida consideración a las solicitudes de extradición.
También acepta el derecho soberano de los países de administrar y regular sus recursos naturales y señala que continuarán fortaleciendo la cooperación con el objetivo de establecer un marco de comercio equilibrado y regímenes regulatorios más compatibles.
Viena, 12 de Mayo 2006
Prensa Latina , 0, 53, 3
