De acuerdo con diversas encuestas, los demócratas marchan punteros en las intenciones de voto de los cerca de 200 millones de electores que concurrirán a las urnas este martes, en las que se disputarán 435 escaños para la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.
Sin embargo, con millonarias sumas de dólares invertidos y miles de activistas desplegados en diversos estados, los republicanos pujan por reducir la ventaja de sus oponentes.
Uno de los puntos que más favorece a los opositores demócratas es la guerra contra Iraq, a la que se oponen al menos dos tercios de los estadounidenses, según un sondeo del Consejo sobre Asuntos Globales de Chicago.
A tono con ese respaldo, el liderazgo del partido del Asno dejó sentado que cambiará la estrategia de la guerra en Iraq, en la cual murieron más de dos mil 700 soldados estadounidenses desde el inicio de la invasión en 2003.
Esa bancada fue más lejos incluso al pedir el retiro inmediato de las tropas acantonadas en esa nación del Golfo Pérsico, que siembran el terror y la muerte en suelo iraquí, mientras son hostigadas de forma constante por los insurgentes locales.
Iraq es un factor que beneficia mucho a los demócratas. Nos permite recaudar más dinero, y es lo que más moviliza a la base, manifestó el senador neoyorquino Charles Schumer, presidente del Comité de Campaña Senatorial Demócrata.
La aspiración de esa formación política por dominar el Congreso y contraponerse de ese modo a las imposiciones del presidente George W. Bush, puede ser favorecida por el hecho de que el 70 por ciento de los norteamericanos quiere cambios en la política exterior.
Un estudio del Programa sobre Actitudes en Política Internacional (PIPA), coincide con las conclusiones de sondeos anteriores, en que los electores están muy desilusionados con las posiciones de fuerza militar y acciones unilaterales aplicadas por la administración Bush.
«Los votantes piden trasformaciones. Quieren menos énfasis en la fuerza militar», afirmó Steve Kull, director de PIPA, quien también manifestó que la política exterior se convirtió en uno de los temas centrales de las elecciones legislativas de medio término.
Para el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Cincinati, Michael Margois, «no está claro si los demócratas van a ganar votos, o simplemente va a haber un voto de castigo contra los republicanos».
Y es que mientras Washington proclama crecimientos de su economía, muchos norteamericanos se quejan de sus menguados ingresos debido a que las empresas acumulan cada vez mayores beneficios, pero pagan cada vez menos a sus empleados.
A esa situación se agrega que 37 millones de norteamericanos padecen pobreza, en tanto 14 millones de hispanos, representativo del 33 por ciento del total de esa población, carecen de seguro médico.
En medio de ese complejo panorama, expertos vaticinan que un triunfo demócrata en las legislativas pudiera obstaculizar diversos planes, entre ellos, desarrollo de guerras expansionistas, en los dos años que restan de mandato a la administración Bush.
Washington, 7 noviembre 2006
Prensa Latina , 0, 48, 2