Las cada vez más frecuentes crisis económicas mundiales, son propias del capitalismo y de sus formas de reproducción. No es novedad. Ninguna crisis será la última. Seguirán dándose. Quien lo niegue es un loco. Nunca leyó a Carlos Marx.
La nueva caída de Europa es la evidencia de ello. Lo peligroso es que, ésta en particular, amenaza la desaceleración de la economía China; lo cual afectará a nuestro país, porque el 60% de las exportaciones de nuestro cobre radican precisamente en ese país, lo que generará un golpe duro a nuestra economía.
Otro elemento que nos amenaza en el futuro inmediato a quienes trabajamos, se gesta precisamente en nuestro país, así es, desde el mismo parlamento elegido “democráticamente” y de nuestro ejecutivo (presidencia) nos han colocado en la parrilla de los “en peligro” que ya hace un par de años decidieron legislar para que nuestros fondos para la jubilación en un 80% puedan ser colocados en las bolsas internacionales para su “rentabilidad”. Cuestión quedadas las crisis recurrentes del capitalismo son nuestros fondos los que desaparecen.
Precisamente, son esas bolsas donde se nos arrebatan y roban la esperanza y la posibilidad de una vejez digna de cada uno de los trabajadores que depositamos mes a mes nuestros ahorros y por lo cual nos cobran el 2% de nuestros sueldos por administrar y hacer crecer nuestros depósitos.
La conclusión: los políticos, a pesar de las advertencias hechas, igual legislaron para jodernos y usarnos como avales de un sistema inhumano, que está hecho para que ellos se hagan más ricos y nosotros -los trabajadores y el pueblo- más pobres.
Algunas soluciones.
Botarlos a todos, no elegirlos más, aunque juren que ahora sí se preocuparán de nosotros y de nuestros intereses. Elegir a representantes patriotas y del pueblo.
Junto con las organizaciones sociales movilizadas exigir una nueva constitución que garantice que las leyes se hagan a favor de la mayoría y no como ocurre hoya favor de las minorías poderosas y además extranjeras.
Para demostrar nuestro poder y nuestra disposición a cambiar el actual estado de las cosas, hay que darse un tiempo y poner a buen resguardo nuestros ahorros previsionales AHORA y no mañana, es decir, ir a las AFPs y cambiarse al fondo “E” que es el más seguro, correr la voz, no creerle a los que nos han jodido hace ya bastante rato y hoy dicen que con el tiempo se recuperará lo perdido. Con ese cuento se han hecho millonarios y los únicos que pierden somos los dueños del dinero con que ellos juegan.
Cambiarse al fondo “E”, provocará una reacción en cadena y la primera de ésta será sacar sendas tandas publicitarias en horarios de alto rating televisivo, para decirnos que las AFPs son el mejor sistema de ahorro previsional y que por supuesto nadie debe cambiarse, particularmente del fondo A, B o C. En esta cruzada, no sólo aparecerán los actores que se venden para engañar a su pueblo, sino que también autoridades comprometidas en mantener las cosas tranquilas para sus patrones extranjeros.
En este mundo rápido, súper conectado, con tanto partido de fútbol para una mayoría y para la otra el complemento de la farándula, pareciese que el tiempo no alcanza, pero créanme, dense un tiempo, acudan a su AFP, cámbiense al fondo más seguro, al fondo “E”. Ellos, los que nos han jodido la vida, esa minoría que vive de nuestras necesidades, lo odiarán.
Jorge Bustos
Santiago de Chile 29 de mayo 2012
Crónica Digital