Con la segunda preemergencia ambiental del año decretada para la Región Metropolitana, la cuidad de Santiago comenzó la jornada laboral de hoy martes (17), aunque en el curso de la mañana todas las estaciones que monitorean la calidad del aire en la cuenca, registraron niveles buenos, según la fuente oficial.
A las medidas de restricción vehicular para autos catalíticos cuyas patentes terminan en los dígitos 7 y 8, se suman la restricción a los autos sin sello verde correspondiente a los dígitos 1, 2, 3, 4, 5 y 6, además del cese de funciones de 763 fuentes fijas industriales.
Para Patricio Pérez, director del Centro Meteorológico y Ambiental de la Universidad de Santiago, esta medida corresponde a una disposición preventiva por parte del Gobierno, ya que según las mediciones que realizó anoche, no existían niveles críticos como para decretar una preemergencia. “Entonces, o falló el sistema de pronóstico que usaron o se están tratando de anticipar a una situación que vendría peor esta noche o mañana”, plantea el especialista.
A lo anterior, Pérez agrega que el Gobierno actuó de acuerdo a los pronósticos meteorológicos donde se esperan condiciones desfavorables. “Está pronosticado una ventilación mala durante varios días seguidos y, probablemente, eso hizo pensar que era conveniente restringir algún tipo de fuentes de emisión para aminorar el efecto de esta condición meteorológica, lo que implica el eventual aumento de los índices, porque los contaminantes no se dispersan y se quedan atrapados”, afirma el experto de la U. de Santiago.
En relación a esta preemergencia, el investigador considera que el Gobierno no aplica medidas contundentes para prever estos episodios de contaminación en la ciudad, por lo que las de hoy las cataloga “de parche”, advirtiendo de paso que “se necesita atender el problema de una manera más sistemática”.
El especialista de la estatal, ejemplifica esta situación con las emisiones de las estufas a leña: “Si las suprimimos sólo en periodos de alerta y preemergencia van a seguir funcionando los otros días, donde se empieza a acumular la contaminación y cuando llegue la alerta o la preemergencia, todos esas emisiones que se están produciendo ya van a estar ahí, entonces no es fácil deshacer el problema”.
Falta de medidas permanentes
Otro de los episodios de contaminación que el director del Centro Meteorológico y Ambiental de la Universidad de Santiago ha podido constatar en sus mediciones, hace referencia al Material Particulado Fino -MP 2,5-. “Desde el 5 de julio hasta hoy (17) se han estado superando de modo permanente las concentraciones de la norma establecida por decreto que rige desde este año. Independientemente de que se hayan decretado algunas alertas y una preemergencia hoy, las concentraciones de MP 2,5 han estado superando la norma, entonces eso es una clara invitación a tomar medidas de largo plazo, no sólo medidas puntuales”, sentencia Patricio Pérez.
Respecto a cuáles podrían ser esas medidas, el especialista estima que no es tan evidente establecerlas, “aunque una de ellas es la eliminación permanente de las estufas a leña, aunque no la única. Debería haber otro tipo de medidas para este periodo invernal, que permitiera tener un mayor control de la situación y no se disparen las concentraciones”, remarca el especialista.
Por último, Patricio Pérez, hace un llamado a iniciar nuevas investigaciones. “Falta promover estudios con todo el énfasis necesario que nos permitan establecer cuáles son las fuentes más significativas para trabajar en ellas, ya sean industrias, de transporte o de estufas a leña”.
Por Valeria Arias
Santiago de Chile, 17 de julio 2012
Crónica Digital