Lo que viene aconteciendo en la región de Araucanía ha tenido una consecuencia política inmediata: La derecha ha mostrado la hilacha. Desde titulares sensacionalistas en su prensa escrita y en televisión que nos traen a la memoria años pretéritos hasta huelga de camioneros y la mal disimulada respuesta represiva. A cuarenta años del golpe de estado protagonizado por Augusto Pinochet, el imaginario de camioneros, uniformados y civiles de derechas permanece intacto, siguen siendo los mismos: Un cocktail malsano al que se han hecho adictos desde que brindaron triunfantes en “Chacarillas”: mezcla de racismo mal disimulado, autoritarismo legalizado, codicia y clasismo a ultranza.
La actual crisis de Araucanía ha permitido que ciertos sectores de la derecha chilena se saquen la máscara democrática liberal y nos muestren su faz más real y descarnada. La experiencia histórica muestra, sin embargo, que en tiempos de elecciones, temas como la “amenaza terrorista” o la “violencia” fortalecen en el electorado las posiciones conservadoras. En este sentido, el tratamiento mediático y político que se le está dando al tema mapuche lo instala en la agenda política electoral del 2013 y, quiérase o no, todas las candidaturas deberán hacerse cargo del asunto.
Desde este punto de vista, las duras declaraciones de diversos ministros y parlamentarios oficialistas representan una lamentable “regresión” frente a los reclamos democráticos planteados por diversos movimientos sociales, incluidas las minorías éticas. Una derecha políticamente debilitada frente a una candidatura muy fuerte como la de la ex mandataria, señora Bachelet, ha encontrado el pretexto que necesitaba, convertir una legítima demanda social en una “amenaza interna”, recordándonos a todos los chilenos que, después de todo, estamos, como decía un eminente sociólogo, en una “democracia de seguridad nacional”
La estrategia de la Moneda en cuanto a “militarizar” el conflicto no es nada bueno para el proceso democrático chileno y enturbia el debate en este año de elecciones presidenciales y parlamentarias. Como en los viejos tiempos, la derecha, en una tácita complicidad con los altos mandos castrenses y sus aparatos de inteligencia, administra la violencia y la represión como una estrategia para fortalecer su sector ante una ciudadanía domesticada por los medios. Así, frente a un luctuoso incidente policial con resultado de muerte irrumpen indignados los mismos que han reprimido a los mapuches desde siempre.
Por Alvaro Cuadra.Investigador Investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados. ELAP. Universidad ARCIS.
Santiago de Chile, 10 de enero 2013
Crónica Digital
No creo que la derecha estè mostrando sus hilachas,porque desde que se instalò en el poder gracias la Concertaciòn que le pavimentò el camino pàra que Chile tuviera lo que te tenemos.Una dictadura asolapada y una oligarquìa repugnante que no dejarà el poder,mientras la izquierda no se reagrupe y muestre su fuerza y su unidad inquiebrantable.
Lo que los chilenos no deben dejar de desconocer, es que EE.UU,està feliz con este gobierno que le ha dado todas garantìas para que sigan saqueando las riquezas naturales del paìs.
La derecha con Allamand a la cabeza,le han entregado al Pentàgono el derecho a hacer uso del suelo chileno para la instalaciòn de bases militares norteamericanas.Y luego Sebastiàn Piñera se cuadra de rodillas antes sus patrones yanquis,para cuadrarse con la triada EE.UU-Colombi – Israel. (El Ciudadano)
Toda esta politica represiva, sirve solo para atemorizar al pueblo chileno.La derecha cuando se siente repudiada y rechazada por su politica represiva y entrega al poder extranjero,recurre a las FF.AA.,en donde siempre ha encontrado el apoyo en defensa de sus intereses y saqueos de las tierras al Pueblo Mapuche.
Hoy màs que nunca,necesitaamos las fuerzas de una izquierda unida,para enfrentar en las pròximas elecciones presidenciales, y en las que los chilenos deben de votar por EE.UU., o por Chile.
Aqui no hay termino medio,los chilenos deben decidir con el voto en la mano,por el Chile que ellos quieren. Todo queda en las manos del pueblo.Lo demàs ya es historia.