Los trabajadores del Consejo Nacional de la Cultura y la Artes, CNCA, y de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, DIBAM, agrupados en la ANFUCULTURA y ANFUDIBAM; no fueron considerados en la construcción del Ministerio de la Cultura y, por ello han aunado criterio para enfrentar su implementación.
Ambas asociaciones exigen que la cultura y la conservación del patrimonio cultural sean consideradas como un derecho fundamental del ser humano. Además, aclaran que no están en contra de la implementación de este Ministerio, sino que tienen fuerte “reparos sobre los principios que lo sustentan y, por tanto, en su implementación orgánica e institucional”.
La presidenta de ANFUCULTURA, Manón Herrera, hizo hincapié en que “los trabajadores no hemos tenido ninguna participación en este proyecto. A nosotros sólo se nos informa de lo que se está construyendo”.
La asociación manifestó que es necesario un Ministerio de la Cultura no sólo con la participación de los trabajadores sino de la sociedad civil y por el “derecho a la cultura y el patrimonio, al igual que la educación, salud, previsión social, debe ser garantizado por nuestra Constitución Política (…) que ese derecho se valide a través de una nueva Constitución, que recoja este sentir ciudadano”.
Por su parte, la tesorera de ANFUCULTURA, Carolina Negrete, afirmó que: “no es posible que la cultura continúe siendo el hermano pobre de los derechos fundamentales del ser humano”.
Además, la dirigente aprovechó la oportunidad para adelantar que en los próximos meses se realizará la Primera Convención Nacional de los Trabajadores de la Cultura, por los 10 años de la creación del CNCA. De la instancia emanarán propuestas para la política cultural que necesita el país y que se entregarán a los candidatos a la presidencia”, dijo Negrete.
Por último, la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF, apoya a ambas asociaciones en todas las acciones que llevaran a cabo los dos sindicatos.
Santiago de Chile 17 de mayo 2013
Crónica Digital