¿Quién mató a Gaete? (Mauricio Redoles)
¿Quién mató a Marilyn Monroe? (Los Prisioneros)
Las noticias televisivas afirmaban “en el centro de Chile, Plaza Italia… falleció por hipotermia… estación del Metro Baquedano…Alameda con Vicuña Mackenna…un indigente de 64 años”.
En una sociedad con una sobredosis de neoliberalismo, a lo más cada cual verá su propia conveniencia y forma de resolver el hecho noticioso, estableciendo la necesidad de acabar con la pobreza estética y limpiar las calles de la indigencia. Como, en términos paralelos, convivimos con un neoconservadurismo, las culpas serán trasmitidas a los “otros (as)” y se resolverá adhiriendo como voluntarios al Hogar de Cristo. No obstante, sino nos vemos en el espejo de la muerte cotidiana de la humanidad, de la desazón de una soledad compartida, no sabremos que esta muerte nos alcanzó otra vez… ¡¡No fue la hipotermia!!
Armando tenía ocho hermanos, tres muertos en la misma forma… no sólo el Estado ausente también los privados y deprivados de compasión y amor… cada muerte mi muerte, cada uno de los nueve muertos de este invierno, mis muertes… se nos olvida que Todas las Hojas son del Viento… quisiera dejar de preguntar para asumir el entumecimiento en que está ahora mi cuerpo, el cuerpo de todos(as)… la rigidez, la falta de movimiento de nuestra sociedad, la falta de convicción para revolucionar mi sentirme durmiendo en la calle.
“Los antecedentes” dicen que Armando Martínez Piña, dormía junto a su hermano Manuel de 66 años… nosotros(as) no dormimos junto a nuestros hermanos(as), necesitamos de nuestro espacio individual… ¿Cuál es la grandeza de esta moderna sociedad? ¿Cuál es la bajeza de escoger vagabundear? ¿Quién comparte y quién se esconde de los otros(as)?
Desgarrados, repartidos, no sentimos lo que les ocurre a los demás miembros de la especie humana (mucho menos de las otras especies). Las campañas electorales buscan el voto, la farándula la sintonía, las empresas las ganancias, las marchantes la integración a la modernidad incompleta… ¿Quién reivindica las calles… como una forma de vida? Todos(as) están cómodos en sus hogares, televidentes, cibernautas, consumidores todos, miembros de la sociedad de la información. Dense por informados…cada cual muere donde quiere y no donde puede. Escogemos y no somos víctimas… algunos(as) escogieron no verse reflejados(as) en los indigentes, algunos(as) escogieron ser libres de ataduras…
El cuerpo entumecido, la conciencia congelada… recuerdo los sabañones en mis manos de niño, nada igual al hielo del cemento… recuerdo que hemos estado aquí desde el origen y aún no aprendemos a contenernos, a mirarnos, a dormir y vivir juntos…en donde sea que nos pille la noche.
A Gaete lo mató el copete… a Marilyn…la prensa o la radio tal vez…, pero a Armando Martínez Piña lo matamos todos(as)… vamos muriendo con él a cada instante.
Por Danny Marcelo Ahumada Vargas Profesor de Historia y Geografía
Santiago de Chile 1 de julio 2013
Crónica Digital