“Soy un inglés en New York” dice Sting, pero yo soy un chileno en Canadá. Acá La nieve no es fría cuando la sabes observar. Eso he aprendido aquí, pasando navidad y año nuevo donde llevo casi 4 semanas, al otro lado del continente, aquí todo es diferente, el clima, las personas, la forma de vida y todo a fin de cuentas.
Aquí se habla en ingles el mismo que hablan los americanos, exactamente el mismo, pero a los canadienses no les gusta para nada ser comparados con ellos.
Aunque no lo crean Canadá es uno de los países más cosmopolitas que existen, teniendo población latina ,europea, asiática, y además en algunas partes mantienen un segundo idioma como es el francés. Tú vas a un mall y te vas a encontrar en pocos minutos a un asiático. Aquí lo más difícil de hallar es a un verdadero canadiense, es una paradoja.
Lo que me llamo mucho la atención es el termino anti política que está muy vigente, a solo unos pocos les interesa qué pasa y ocurre con el gobierno de su país. Y pocos saben los nombre de los miembros de la monarquía. La gente no habla de política en la mesa. En donde yo estoy, London, al suroeste de Ontario, tienen como alcalde a un hombre que ha sido acusado de fraude y de otras irregularidades y lo más probable es que salga electo de nuevo. A la gente no le importa mucho, y para que les va importar si en el fondo no pierden nada ni ganan nada dicen ellos, los impuestos son los mismos.
A propósito de los impuestos, en este país tu los ves en la boleta, los precios que tu observas en la tienda o en las vitrinas no están con impuestos, si un televisor te cuesta 350 mil pesos en verdad vas a tener que pagar 390 mil pesos gracias a estos.
El sistema que tiene el país es lo más comunista que hay, aunque el partido no tenga nada que ver con los comunistas. Tú no tienes que pagar colegio ni salud y además existen albergues masivos – algo así como el hogar de Cristo en Chile- que son para la gente de pocos recursos en donde tienen comida y hospedaje .También rige un sistemas para las personas cesantes; que les brinda dinero para el arriendo de un departamento y los gastos básicos para vivir.
Aquí se le da una mayor importancia a la cultura, de todo tipo, un ejemplo es que en cada sector de la ciudad, tú estas rodeado de por lo menos 4 bibliotecas públicas, que son más equipadas y cumplen otras funciones, ya que tu puedes tomar prestado libros, música, películas, incluso tienen espacio de esparcimiento para jugar ajedrez.
La gente aquí es muy educada, pero más que eso, es correcta. Sí necesitas ayuda ahí están; cuando tropiezas con alguien y la culpa es tuya ellos te piden que los disculpes, son muy amables y muy respetuosos con el que este al lado suyo. Por todo tienes que dar las gracias, si no es mala educación. Las personas no se meten con nadie tratan de evitar todo tipo de problemas e intentan no ser conflictivos, es por eso que aquí cuando los canadienses no están de acuerdo con algo no salen a protestar tal como pasa en chile. Lo que es un problema igualmente.
Casi no existe la delincuencia, la mayoría de las casas pasan el día abiertas, existe mucha confianza entre la gente, en los mall, por ejemplo, no hay guardias de seguridad, pasa lo mismo con los supermercados. Cuando hay algún robo, me han contado porque yo no he visto, son la mayoría de las veces jóvenes estudiantes que lo hacen o de juego o para tomar algo y luego devolverlo, pero que de verdad hayan personas que su trabajo sea robar, es muy pero muy escaso.
Canadá es un maravilloso país, con muy buena gente, la nieve abunda y el frío también, pero solo fuera de las casas porque adentro todas tienen algún tipo de calefacción, tal vez por el frío son tan buenos para lo dulce, porque en lo dulce nos ganan a los chilenos, para ellos todo tiene que ser azucarado, siendo muy común las donas .
Falta mucho que ver y recorrer, bueno o malo no lose todavía, hay que observar más, lo que si se es que Canadá es otra cultura, otra vida, y otro mundo. De pronto extraño esos saludos cotidianos que nos damos los chilenos, aquí son más fríos para ese tipo de cosas.
Por Lucas Alvarado Ahengo, desde Canadá para Crónica Digital.
Crónica Digital, 7 de enero 2014