El Papa Francisco está de regreso hoy en el Vaticano tras su peregrinaje a Tierra Santa, culminado con el incendio de crucifijos por un extremista judío en la Abadía de la Dormición, en Jerusalén, ocupada por Israel.
Un dogma de la iglesia católica apostólica romana, dictado por el Papa Pío XII en 1950, fija en ese lugar el ascenso a la Gloria en cuerpo y alma de la Virgen María al término de su existencia terrenal.
La visita de tres días del Sumo Pontífice, iniciada en Jordania, abarcó asimismo la ciudad de Belén, donde ofició una misa, antes de la cual detuvo su caravana para meditar junto al muro de más de 700 kilómetros construido por Israel para separar a la Cisjordania de asentamientos sionistas.
Conocido como muro del apartheid y muro de la ignominia, el valladar restringe los movimientos de la población autóctona palestina y causa grandes daños a la economía palestina.
El cierre de la visita papal, calificada por el Vaticano de de «peregrinaje de oración sin fines políticos», fue el anuncio de la irrupción en la abadía de un poblador judío que quemó libros litúrgicos y prendió fuego a crucifijos de madera, símbolo de la religión cristiana.
En los días previos a la llegada de Francisco, las autoridades israelíes dictaron restricción a miembros de grupos sionistas y dispersaron una protesta de extremistas, aunque sin practicar arrestos.
Asimismo el Vicario de Roma celebró una reunión ecuménica, visitó el Domo de la Roca, uno de los tres lugares más sagrados del Islam y ofició una misa en el Cenáculo, donde según la tradición cristiana tuvo lugar la última cena del Mesías con sus apóstoles, a los cuales indicó anunciar la nueva religión.
El cabeza de la iglesia católica hizo una inusual invitación a los presidentes, palestino, Mahmoud Abbas, e israelí, Shimon Peres, cuyo mandato expira en junio próximo, a reunirse con él en el Vaticano para orar juntos por la paz en el Levante.
Poco apegado al protocolo, Francisco, el primer Papa latinoamericano y notorio por su desagrado al lujo y el boato, viajó de Jordania a Palestina ocupada sin pasar por Israel, como habría deseado el Gobierno de ese país, encabezado por el primer ministro Binyamin Netanyahu, con quien se entrevistó.
Ramallah, 27 mayo 2014
Crónica Digital / PL