La República Popular Democrática de Corea recabó hoy de Surcorea un cese de su hostilidad, un diálogo entre connacionales, coexistencia pacífica y ambiente favorable a la reconciliación entre las dos partes de la península.
En un comunicado difundido hoy en esta capital, el Gobierno norcoreano solicita de su contraparte meridional abandonar el camino de la confrontación y abrir una coyuntura de viraje hacia la unidad del país.
Las autoridades surcoreanas deben tomar una decisión audaz y cambiar la política de confrontación fratricida por la de reconciliación y alianza con el Norte, apunta la declaración emitida con motivo del aniversario 20 del fallecimiento del líder histórico Kim Il-sung.
Entre otras demandas, Pyongyang alega que se deben suspender todos los ejercicios bélicos que Seúl realiza en conjunto con fuerzas exteriores.
En todo caso, agrega el texto, Norte y Sur deben rechazar la dependencia de foráneos y resolver todos los problemas entre ellos y no ser víctimas de quienes sacan ganancias de la división de la península coreana.
También se refiere a una declaración conjunta sellada entre las dos partes, en la cual se reconocen puntos comunes dirigidos hacia la reunificación nacional y que en su momento recibió el apoyo de la mayoría de los coreanos.
Pyongyang reclamó el cese total de difamaciones generadoras de malentendidos y desconfianza, así como la disolución de instituciones diseñadas para impedir contactos, diálogo y cooperación.
Si emergen posiciones de principios y medidas de buena fe, apunta el comunicado gubernamental norcoreano, se abrirá un camino a la normalización de las deterioradas relaciones coreanas, se aliviarán las tensiones de la península y habrá un espacio a la reconciliación y la unidad nacionales.
Pyongyang, 7 julio 2014
Crónica Digital / PL