odavía repercute hoy en los medios y las redes sociales la identificación del nieto desaparecido 114, Guido, precisamente el de la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, luego de 37 años de búsqueda.
Tras conocerse la noticia, la presidenta Cristina Fernández escribió anoche en su cuenta de Twitter que con ese hallazgo «Argentina es hoy un país un poco más justo que ayer».
«Lo más importante es el conocimiento de la Verdad, la persistencia de la Memoria y el triunfo de la Justicia en serio», destacó la jefa de Estado.
Carlotto rechazó hacer público la actual identidad de Guido en muestra de respeto, sin embargo, del juzgado que confirmó el hallazgo trascendió que se trata de un hombre de 36 años, pianista de profesión y director de la escuela de música popular de Olavarría, cuyos apropiadores pusieron de nombre Ignacio Hurban.
Guido se acercó voluntariamente al equipo legal que atiende la búsqueda de nietos e hijos desaparecidos porque tenía dudas sobre su identidad. Y después del análisis de ADN, el resultado dio un 99,9 por ciento de certeza de que es el nieto de Carlotto.
Entre las miles de personas desaparecidas por el terrorismo de Estado durante la dictadura cívico-militar (1976-1983), se encontraban cientos de mujeres embarazadas.
Algunas fueron asesinadas antes de dar a luz, pero a muchas otras se les permitió permanecer vivas hasta que naciera su bebé. Algunos de estos fueron dados a sus familiares, pero muchos otros fueron robados a sus madres antes de ser asesinadas.
Fueron entregados a familias de militares o amigas de estos en un delito de apropiación ilícita. Tanto las organizaciones Madres y Abuelas de Plaza de Mayo prosiguen la búsqueda tres décadas después, y se calcula que faltan por aparecer unos 400 infantes que hoy pudieran estar con vida.
Laura Carlotto era una estudiante de historia de 23 años, que tenía tres meses de embarazo cuando fue arrestada junto a su compañero de vida a fines de 1977.
Según testimonios de sobrevivientes, fue mantenida con vida en el centro clandestino de detención La Cacha, en La Plata, hasta dar a luz en el Hospital Militar de Buenos Aires el 26 de junio de 1978.
La identificación de Guido también condujo a precisar quién fue su padre; se trata de Oscar Montoya, un joven militante montonero de la localidad bonaerense de Caleta Olivia.
Buenos Aires, 6 de agosto 2014
Crónica Digital / PL
Mié Ago 6 , 2014
A juicio del analista internacional del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, pese a las críticas de la opinión pública alrededor del mundo, la ONU no hará intervenciones en la Franja de Gaza debido a la potente asociación entre Estados Unidos e Israel, y por mucho que algunos miles de activistas se indignen, su molestia no representa ningún tipo de presión hacia el Gobierno de Netanyahu. “Hay un fracaso de los esfuerzos políticos de Estados Unidos. El presidente Obama hizo lo posible por avanzar en el proceso de paz, el año pasado, y fracasó. La política de Obama para la paz (en la Franja de Gaza), fracasó y esto va a tener un costo político para los demócratas”, explica el especialista en política internacional de la Universidad de Santiago, Fernando Estenssoro, agregando que pese a que alrededor del mundo varias comunidades han expresado su descontento con el accionar de Israel, el gobierno de ese país no se detendrá hasta que considere que su objetivo militar está cumplido. “Hay indignación en la comunidad mundial, sobre todo porque esta guerra la están pagando civiles y niños”, sostiene el académico del Instituto de Estudios Avanzados (Idea), acotando que pese a las declaraciones, manifestaciones y marchas internacionales en contra de la violencia, “la opinión pública no tiene ningún tipo de presión sobre Israel”. “Salvo que hubiera una movilización en contra de esta intervención, exigiendo que se retiren las tropas, y que sacara a dos millones de franceses o alemanes a la calle, ahí recién países como esos se pondrían más firmes, porque podrían afectar políticamente al gobierno respectivo”, sostiene, agregando que por ahora, las reacciones sociales a nivel internacional son mínimas, por lo que “esa indignación no tiene efecto real”. Asimismo, el Dr. Estenssoro cree que la ONU no ha sido capaz de gestionar acciones tendientes a la pacificación en la Franja de Gaza, debido a la relación estratégica de Israel con Estados Unidos. “La Organización de las Naciones Unidas, salvo hacer declaraciones, ponerse a llorar y gritar, tiene influencia igual a cero. Aquí lo que opera realmente es el Consejo de Seguridad, que es el organismo que puede apoyar o dar curso a algún tipo de intervención mayor, como mandar tropas. Pero eso no va a ocurrir, porque el Estado de Israel es aliado de los Estados Unidos, y recibe apoyo militar y de recursos”, señala el académico. Los repetidos ataques a blancos civiles, como escuelas, incluso ligados a la ONU, dan cuenta, según explica el Dr. Estenssoro, que Naciones Unidas está manteniéndose al margen del conflicto. Intereses El investigador del Instituto de Estudios Avanzados de la U. de Santiago señala que “hay muchos intereses cruzados” en la zona, que se explicarían por la situación geopolítica estratégica y por la dependencia de Occidente del petróleo. A esto se suma la historia del conflicto árabe israelí en la zona, que estuvo cerca de alcanzar un punto inédito de paz cuando se rumoreó que Hamas se habría comprometido a reconocer al Estado […]