El conocimiento del patrimonio cultural subacuático chileno es uno de los mayores retos para la protección y cuidado de esa herencia nacional, señalaron autoridades sobre el tema reunidas hoy en esta capital.
Durante un seminario sobre la temática en la Biblioteca Nacional, dirigido a fomentar acciones en la investigación, resguardo, manejo, y conservación del patrimonio, los involucrados explicaron que los chilenos han ganado en conocimiento pero constituye aún un gran reto la educación en la materia.
El Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, José de Nordenflycht, dijo a Prensa Latina que una de las amenazas más grandes que enfrenta el patrimonio es la depredación.
No obstante, aclaró que para la protección y cuidado su organismo se complementa con la Armada.
Cualquier actividad científica de carácter arqueológica o derivada de una solicitud de impacto ambiental pasa por un permiso del Consejo de Monumentos Nacionales pero la labor de fiscalización pertenece a nuestros socios estratégicos de la Armada que tienen personas en el mar, indicó.
Agregó que el brazo armado por ley es la PDI (Policía de Investigaciones) y la Bidema (Brigadas de Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente), la cual tiene buzos.
Este tema de acercarse a la cultura del mar se ha ido incrementado más en Chile, cada vez hay más actividades de carácter deportivo, recreativo lo cual hace que haya más turismo subacuático. Sigue siendo algo bueno, pero agresivo potencialmente, expresó.
Es un poco como pasa con la Antártida, hace 20 años había turismo cero, y hoy hay turismo, tenemos que estar preparados, añadió.
Por su parte, el Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, Contralmirante Julio Leiva Molina, señaló que la Armada como organismo del Estado, en coordinación con las autoridades relacionadas con el tema autoriza y fiscaliza aquellos sectores o lugares donde haya patrimonio subacuático que preservar.
Aclaró que a través de las respectivas gobernaciones marítimas se comprueba si tienen autorización las personas que bucean o van a desarrollar trabajos de investigación. En aquellos lugares donde hay pecios o áreas restringidas se prohíbe, precisó.
Hay personas preocupadas por el patrimonio cultural subacuático en este país y hay autoridades que van a ejercer sus funciones, apuntó.
En Juan Fernández hay un pecio (Dresden), buque de guerra hundido en la Primera Guerra Mundial que está restringido y las autoridades se ocupan de la autorización para visitarlo, manifestó.
Comentó igualmente que Valparaíso es otro sitio con 500 o 600 pecios en su área de la Bahía, Cabo de Hornos ni hablar hay más de mil buques pero ahí es mucho más difícil llegar.
El tema es que no se conoce exactamente por el público donde hay lugares con patrimonio subacuático, dijo.
De Nordenflycht agregó que Isla de Pascua sea probablemente el lugar donde el buceo de carácter deportivo y recreativo tenga más fricción con el patrimonio subacuático porque existen restos arqueológicos allí no a 40 o 60 metros sino a 5 o 10 metros.
En el mismo orden, el Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso, Juan Luis Moraga, señaló que su institución se propuso fortalecer las relaciones con las actividades oceánicas levantando las necesidades del sector y las posibilidades de cooperación.
Santiago de Chile, 8 de noviembre 2014
Crónica Digital / PL,