En el marco de una nueva sesión de la Comisión Investigadora sobre presuntas irregularidades en la Unviersidad Arcis, la diputada del Partido Comunista, Karol Cariola, destacó los dichos del premio nacional de Historia y ex académico de dicha casa de estudios, Gabriel Salazar. El historiador, quien asistió en calidad de invitado a la sesión, se vio en la obligación de reconocer que el Partido Comunista de Chile no es parte de Arcis ni ha lucrado en ella.
“Me parece que fue bastante claro (Gabriel Salazar), el dice claramente que el Partido Comunista no está vinculado a Arcis de manera legal, él lo acredita y lo dice, que no tiene ninguna p, rueba para acreditar algo así”, sostuvo la diputada representante de Independencia y Recoleta.
La parlamentaria agregó que “lo que él ha dicho por los medios de comunicación y lo que han sostenido varios sectores políticos, tiene que ver más que nada con especulaciones que han hecho algunas personas por la presencia de militantes del Partido Comunista en algunos cargos internos administrativos de la universidad; pero si fuera por eso, todos nos permitiríamos investigar la militancia de otros miembros directivos de la universidad y pensar que hay otros partidos también involucrados”.
Luego de dos horas de sesión, la parlamentaria recordó las palabras del timonel del PC, y expresó que “el presidente del Partido Comunista, que es el único representante legal del partido, ha dicho muy claramente que el PC no tiene ningún vinculo con Arcis y que su único vínculo ha sido uno de apoyo al proyecto educativo y un vínculo ideológico en relación a una universidad diversa, con una perspectiva de formación distinta a las universidades tradicionales que han imperado durante todos estos años en Chile”.
En el mismo sentido la diputada insistió en la necesidad urgente de que esta comisión investigadora encuentre una pronta solución a la crisis de la universidad Arcis y a la protección tanto de su proyecto educativo como de los derechos de sus académicos, funcionarios y estudiantes. Aseveró que es el Estado el ente que puede garantizar una salida a la actual situación de la casa de estudios y lamentó la utilización política que han hecho sectores de la derecha a propósito de la crisis que afecta a la universidad.
Santiago de Chile, 18 de noviembre 2014
Crónica Digital
Lo que pasa es que desde su génesis nuestra institucionalidad es corrupta, fundamentalmente la que debiera recaer sobre el poder económico y político. Afirmo esto porque lo que debiera ser delito, lo es para el hombre de a pie, pero menos para la clase política y la clase económica.
Esto en Chile lo vivimos todos los días. Tanto es así que las cárceles están llenas de delincuentes, pero de puros ciudadanos de a pie, mientras que, sugestivamente, se salvan de caer allí, los delincuentes de cuello y corbata, generosamente favorecidos por los códigos, mediante una serie de triquiñuelas, resquicios y martingalas que les dejan los espacios libres y abiertos, para hacer sus trampas con la seguridad que quedarán en la más completa impunidad
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Esto quiere decir que no necesariamente el sentido común va a tener que tener pruebas y documentos de un tribunal para condenar socialmente a los que hacen trampas. En efecto, ya sabemos lo difícil que es obtener, de buenas a primera, pruebas legales de que se hayan cometidos éste u otro delito, justamente, porque la intrincada legalidad de nuestros códigos muestran los suficientes espacios para que, respetando esa corrupta y clasista legalidad, los que tengan el ánimo de hacer trampas lo hagan, y punto.
Para el caso, son muy numerosos los delincuentes de cuello y corbata, que sabemos, lo son, pero no lo podemos probar en los tribunales.
El caso más patente lo podemos ejemplarizar con el caso Pinochet. Ningún tribunal chileno lo condenó mediante sentencia a firme, de que fuera un asesino o violador de los derechos humanos. Pero ello no quiere decir que bajo ese sólo mérito, este despreciable ser quede libre de pecado de ser un tipo miserable, asesino, violador de los derechos humanos, y más encima, ladrón y cobarde.
Incluso tenemos por ahí, a otros facineroso s de igual laya, ni más ni menos que a un diputado en ejercicio y a un ex alcalde, los cuales ahora se encuentran defendiéndose con uñas y muelas, amparándose en los corruptos códigos, buscando desesperadamente aquellos acápites que puedan sacarlos del mal trance en que se encuentran.
En fin, un suma y sigue de delincuentes, que incluso tienen la tupez de ocupar los espacios públicos como si aquí no pasara nada. El caso del golpista y complotador, AgustínEdwards, el que comparte a uña y mugre con la oficialidad política que está aposentada en La Moneda, es otro claro ejemplo de esas rarezas que pasan aquí en nuestro país, gracias a la corrupción que amparan nuestros códigos. Y más encima, se nos viene la fastidiosa Teletón, veremos allí robando pantallas, a una serie de especímenes lavando sus imágenes, a pesar de cargar sobre sus espaldas un tenebroso pasado.
Por eso es que no me huele bien, para todos los casos, cuando frente a hechos de dudosa calidad, los políticos saltan de buenas a primera exigiendo las correspondientes pruebas sancionadas por tribunales. Ese es un recurso que utiliza mucho la derecha, porque sabe que todas sus trapicerías y fraudes por ese es el lado que le puede dar un escape.
Bueno, ahora que el partido comunista esté cayendo en el mismo juego, quiere decir que algo no anda muy bien, que algo huele mal, que algo está sucediendo allí muy feo. Algo que urgentemente habría que tapar mediante los consabidos expedientes y recursos que aquí se han ilustrado. Toda una lástima, por cierto. Tal hecho, no sólo descredibiliza al partido comunista, sino por arrastre también, a toda la izquierda.
Y no digo que cualquier acusado no tenga el derecho a defenderse. Eso está fuera de duda. Pero cuando el acusado, pide pruebas, y más encima sus diputados dan su voto en contra para que no se forme una Comisión investigadora de la cámara de diputados para que investigue las posibles responsabilidades políticas del caso. Y por si fuera poco, uno de los sindicados como gran responsable de este affaire, no concurre a declarar a dicha comisión, y como guinda de la torta a través de uno de sus funcionarios el P.C presenta una querella en contra del SII, por el sólo hecho de haberle pedido la exhibición de ciertos documentos relacionados con el caso, quiere decir que la cosa se pone más fea, se hace más impresentable, cualquiera sea el resultado final que digan los tribunales de justicia.