El presidente Sebastián Piñera, encabezó hoy en la norteña provincia de Copiapó la ceremonia de conmemoración del accidente que hace dos años dejó atrapados a 33 mineros durante casi 70 días.
En la ocasión el mandatario develó un monumento en homenaje a la resistencia de esos trabajadores, 32 chilenos y un boliviano, quienes lograron sobrevivir a unos 700 metros de profundidad.
También se recordó el exitoso y mediático rescate de octubre de 2010, logrado a través de una compleja labor de excavación que permitió introducir la llamada cápsula «Fénix» hasta el fondo de la conocida mina de San José, localizada en el desierto de Atacama, a unos 800 kilómetros de esta capital.
El derrumbe del 5 de agosto de 2010 sacó a la luz la inseguridad prevaleciente en la minería chilena, considerada entre las faenas laborales con mayor tasa de mortalidad en el país, al contabilizarse más de 400 muertos en la última década.
De hecho, parlamentarios han urgido al Gobierno a implementar con urgencia medidas de fiscalización en la minería, dada el aumento de la tasa de accidentes fatales en ese sector.
Asimismo dirigentes gremiales han alzado la voz en torno a la seguridad que exige el trabajo minero y a la necesidad de ratificar los convenios de la Organización Internacional del Trabajo en la materia.
Se estiman unas cuatro mil 500 pequeñas y medianas empresas mineras en Chile, principal productor de cobre del mundo.
Santiago de Chile 5 de agosto 2012
Crónica Digital