El ministro del Interior de Chile, Jorge Burgos, negó que el país viva una crisis integral como consecuencia de los casos de corrupción revelados cuatro meses atrás, los que involucraron a varios funcionarios.
En un seminario titulado «Lo Político y lo Económico», organizado por el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (Icare), Burgos opinó ayer que Chile atraviesa una crisis, pero no una guerra social ni política, «como algunos pretenden señalar».
Según consideró, en períodos complejos se deben evitar dos errores: «magnificar o subestimar las dificultades» y, en ese sentido, sostuvo que «el país no vive una crisis integral», aunque sí «grave e inocultable».
Para el también jefe de Gabinete, un asunto clave para la superación de dicha situación es la regulación del financiamiento de la política, algo a lo que las élites de poder de la nación austral se han opuesto en reiteradas ocasiones, convirtiendo el terreno político en «un mercado salvaje».
Burgos afirmó que existe una gran oportunidad para aprobar una legislación del más alto estándar
en este tema, sin favorecer a ningún sector.
La crisis política derivada de los escándalos por corrupción, que involucraron a varios funcionarios del Gobierno, motivaron la decisión de la presidenta deChile, Michelle Bachelet, de renovar su Gabinete casi de forma íntegra, lo que ocurrió el 11 de mayo.
Con el reordenamiento, Burgos pasó de ser ministro de Defensa Nacional a dirigir la cartera del Interior y Seguridad Pública.
En el seminario de Icare se mostró optimista de cara al futuro y recordó la máxima de que las grandes crisis suelen abrir grandes oportunidades.
Para él, si el país reacciona adecuadamente, podrá avanzar hacia una sociedad más limpia y transparente, así como más alejada de la corrupción.
Santiago de Chile, 12 de junio 2015
Crónica Digital / PL