La Agencia Espacial Europea (ESA) extendió hoy la misión de la sonda espacial Rosetta hasta septiembre del año próximo, nueve meses más que lo previsto inicialmente.
Durante ese tiempo se realizarán nuevas investigaciones, algunas potencialmente peligrosas como la exploración de la cara nocturna del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko para observar el plasma, el polvo, el gas y las diversas interacciones, así como la recuperación de muestras del polvo expulsado del núcleo.
La idea de los científicos es que la misión finalice con su aterrizaje en la superficie del cometa en el que está el robot Philae, que permaneció allí en hibernación desde noviembre de 2014 y hasta mediados de junio cuando dio señales de nueva actividad.
El comunicado de la ESA explicó que la conclusión del viaje de Rosetta se producirá conforme se vaya alejando del sol, ya que dejará de recibir la energía necesaria para que funcionen de forma eficiente sus instrumentos científicos.
Antes de eso, la sonda observará cómo el cometa se acerca al Sol, hasta llegar al momento de máxima proximidad el 13 de agosto venidero.
El científico del proyecto Rosetta Matt Taylor consideró que la ampliación de la misión es «una noticia fantástica para la ciencia» porque se podrá supervisar el declive en la actividad del cometa conforme nos alejamos de nuevo del Sol.
Paris, 23 de junio 2015
Crónica Digital / PL