Hungría mantiene hoy cerrada su frontera con Croacia para frenar la entrada masiva de indocumentados, una acción similar a la ya realizada en el límite con Serbia. El ministro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, explicó que la decisión fue tomada durante un Gabinete de Seguridad, luego de que el Consejo Europeo del jueves último no llegara a ningún acuerdo para proteger las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE).
Por tanto, agregó, «el Gabinete de Seguridad nacional decidió que a partir de la medianoche Hungría aplicará plenamente las normas de Schengen sobre la frontera con Croacia», donde se instalaron pasos fronterizos oficiales por los únicos que podrán pasar los indocumentados.
Si se producen ingresos ilegales, los foráneos podrán ser deportados o procesados legalmente en un país que ha resaltado por su postura contraria a recibir refugiados, pese a que la mayoría pretende seguir viaje hacia otras naciones de Europa.
En las fronteras con Croacia y Serbia, las autoridades magiares edificaron vallas para impedir la entrada de personas, como parte de los intentos por blindarse en medio de una crisis migratoria considerada la peor desde la Segunda Guerra Mundial.
El nuevo cierre podría provocar caos en Croacia, país que ante la posible acumulación de migrantes ya estableció un acuerdo con Eslovaquia para viabilizar el tránsito de los viajeros que buscan alcanzar otros países de Europa.
En los últimos días un promedio de cinco mil migrantes entraron a Croacia y fueron conducidos por las fuerzas de seguridad hacia el límtie con Hungría, operación que ahora deberá ser modificada.
Esa afluencia forma parte del movimiento migratorio hacia Europa, a donde llegaron más de 710 mil foráneos en lo que va de año.
Para intentar controlar esta situación, el Consejo Europeo estudió un plan de ayuda de tres mil millones de euros a Turquía, para mejorar las condiciones de vida de los más de dos millones de refugiados sirios que se encuentran en ese país, y evitar que sigan viaje hacia otras naciones del continente.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuestionó la sinceridad del programa que llega ahora en plena crisis, cuando Ankara lleva años acogiendo a millones de refugiados.
Erdogan estimó que la manera en que Turquía ha gestionado la afluencia de migrantes -por compartir una extensa frontera con Siria- refuerza sus posiciones como candidato a entrar en la UE.
«La estabilidad y la seguridad de Europa y de Occidente están supeditadas a nuestra seguridad y estabilidad. (â��) Sin Turquía no puede ser», consideró en rueda de prensa desde la ocidental ciudad de Estambul.
Crónica Digital, 17 de Octubre 2015